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REDACCIÓN, GRUPO CANTÓN
Edomex.- El primero de mayo se convirtió en una jornada de inconformidad en la capital mexiquense. Mientras miles de trabajadores salieron a las calles para exigir derechos laborales, otro contingente integrado por jubilados del ISSEMyM marchó con la esperanza de recuperar sus pensiones retenidas. Dos movilizaciones distintas, un mismo grito de hartazgo.
Desde temprano, columnas sindicales comenzaron a concentrarse en el Jardín Zaragoza. Telefonistas, maestros, trabajadores del IMSS, empleados del Monte de Piedad, entre otros gremios, caminaron rumbo al Palacio de Gobierno con pancartas y consignas que exigían el fin del outsourcing y la reducción de la jornada laboral a 40 horas semanales, con pago de 56.
Paralelamente, jubilados del Instituto de Seguridad Social del Estado de México y Municipios (ISSEMyM) protagonizaron su propia marcha. Avanzaron con paso firme hasta las oficinas del instituto, llevando pancartas que relataban el drama de vivir sin pensión durante meses o incluso años.
Los pensionados exigieron una solución urgente al atraso en pagos y denunciaron que han sido ignorados por el gobierno estatal. Advirtieron que mantendrán sus acciones hasta recibir una respuesta concreta que garantice su subsistencia digna. Así, el Día del Trabajo en Toluca dejó al descubierto el trabajo en condiciones precarias y el abandono de jubilados.
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