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Juan R. Hernández
La Ciudad de México se prepara para ser una de las sedes más emblemáticas del Mundial 2026, un evento que no solo celebrará la pasión por el fútbol, sino también la riqueza cultural e histórica de la capital.
El Estadio Azteca, un ícono en sí mismo, se convertirá en el único recinto en haber albergado tres Copas del Mundo, una distinción que habla de su relevancia en el escenario internacional del deporte.
Clara Brugada, jefa de gobierno de la CDMX, lidera con entusiasmo el Comité Organizador, destacando el papel fundamental que tendrá la capital en este magno evento. La reciente instalación del comité en el Templo Mayor, un sitio cargado de historia, simboliza la profunda conexión entre el legado mesoamericano y la modernidad que proyecta la ciudad al mundo.
El centro histórico, con sus vestigios de culturas ancestrales, será el escenario perfecto para recibir a miles de visitantes que no solo disfrutarán del fútbol, sino también de la riqueza cultural que la ciudad tiene para ofrecer. Sin embargo, no todo ha sido celebración.
El fenómeno de las “fake news” volvió a cobrar protagonismo cuando una réplica del Ángel de la Independencia, utilizada para una producción cinematográfica, generó confusión entre los usuarios de redes sociales.
Al viralizarse imágenes de lo que se creyó era un colapso del monumento, se desató una oleada de alarma, que rápidamente fue desmentida por el secretario de Gobierno, César Cravioto.
Este episodio nos recuerda la importancia de verificar la información antes de compartirla, sobre todo en una era donde las noticias falsas pueden generar pánico en cuestión de minutos.
En el ámbito cultural y periodístico, la Ciudad de México también llora la pérdida de Raúl Cremoux, un reconocido periodista y académico que dejó una profunda huella en los medios culturales del país, especialmente durante su gestión en Canal 22.
A sus 82 años, su legado como promotor de la cultura mexicana seguirá vivo en las generaciones que disfrutaron de su trabajo.
