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Expresidente declara que nuevas leyes son tiránicas cuando en su gestión se activó el Fobaproa, manipuló a la SCJN, despojó las pensiones y ocurrió la matanza en Acteal
OMAR MONTALVO
Ciudad de México. – Como un crítico a la reforma al Poder Judicial de la Federación (PJF), reapareció en la política nacional el expresidente Ernesto Zedillo, quien señaló que vendrán años de tiranía, cuando su sexenio es de los más cuestionados al punto de que el PRI perdió por primera vez una presidencia ante el PAN.
Zedillo Ponce de León reapareció como una de las voces opositoras a la reforma judicial, pero en su sexenio también ordenó varios cambios al PJF, entre ellos la reducción de 26 a 11 ministros en la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN). Esta reforma ocurrió en 1994 y utilizó la mayoría en las cámaras legislativas para cambiar a todos los ministros anteriores por juzgadores afines a él, lo que le permitió ejecutar todas las políticas posibles.
Durante su gestión se ejecutaron varias políticas que aún tienen consecuencias en los mexicanos como la activación del Fondo Bancario de Protección al Ahorro (Fobaproa), ya que su gobierno compró la deuda privada de los bancos. Debido a esto, desde 1995 los contribuyentes aportan al pago de un monto que, según especialistas, se terminará de pagar en los próximos 50 años.
En 1995 el expresidente priísta también ordenó una ley constitucional para extinguir los trenes de pasajeros en el país y la privatización de la red ferroviaria, supuestamente para modernizar el sistema de transporte, algo que no sucedió y sólo benefició a las empresas extranjeras.
Para 1997 Ernesto Zedillo ordenó una reforma a la Ley del Seguro Social. Esto terminó por afectar el sistema de pensiones de todas las personas que no pudieron cotizar a partir del mismo año, por lo que el resto de personas no son acreedoras a una pensión digna, sino que tuvieron que acudir al régimen privado de las Administradoras de Fondos para el Retiro (Afore).
El mismo año ocurrió la llamada matanza de Acteal en Chiapas. En este incidente un grupo paramilitar fortalecido por el gobierno atacó a un grupo de indígenas tsotsiles dejando a 45 fallecidos, entre ellos niños y mujeres embarazadas. El gobierno de Zedillo declaró que fue una disputa entre etnias, pero los grupos de Chiapas señalaron que fue para evitar la adhesión al Ejército Zapatista Liberación Nacional (EZLN). Incluso recientemente la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) ha integrado expedientes que relacionan al expresidente con grupos de narcotráfico.
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