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Por Salvador Guerrero Chiprés
Martí Batres Guadarrama, Jefe de Gobierno, termina su administración con claro mantenimiento de una gobernabilidad envidiable para otras entidades; en interacción con otras fuerzas políticas; una promoción de un enfático acercamiento social y reconocimiento a la Presidenta electa, Claudia Sheinbaum, quien estableció la estrategia integral de seguridad de la CDMX en un ejemplo de trabajo colaborativo con todos los actores relevantes.
En la víspera del inicio del gobierno de Clara Brugada, la comunidad capitalina desea la ampliación de logros en materia de movilidad, seguridad, educación, medio ambiente y el establecimiento del Sistema Público de Cuidados colocado al centro de una transformación del manejo del tiempo y para disminuir la enorme desigualdad entre hombres y mujeres, aun en la CDMX, la entidad con condiciones más igualitarias del país.
La oposición sigue desconectada del pulso ciudadano que eligió, de nuevo y de manera contundente, a la izquierda en la capital. Batres le respondió al panismo en el Congreso recordándole el yerro de su vaticinio funesto respecto de la escasez del agua y los invitó a estar atentos a la investigación sobre una probable responsabilidad dolosa en la contaminación de un pozo provocador de la solidaridad de todo el gobierno respecto de los habitantes de la Benito Juárez.
Con todo, en representación del PAN, Andrés Atayde reconoce al Jefe de Gobierno la intención de cerrar fuerte y su apertura al diálogo. Ciertamente, una posición equilibrada en contraste con otras voces de la única oposición real en la CDMX. En este sentido, son buena señal también las reuniones que ha sostenido Brugada con alcaldes electos como Mauricio Tabe, Carlos Orvañanos, Giovani Gutiérrez o Luis Mendoza.
Mucho puede hacerse desde una mística que trasciende los intereses partidistas para responder a las exigencias ciudadanas. La rendición de cuentas es clave: informar y servir.