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Aumenta el despojo de inmuebles en Iztapalapa, Cuauhtémoc y Gustavo A. Madero

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Habitantes de las alcaldías Iztapalapa, Cuauhtémoc y Gustavo A. Madero viven con temor.

DEYANIRA CARMONA

Ciudad de México.- Envuelta con una cobija amarilla y temblando de frío, la pobre anciana fue sacada de su vivienda ubicada en un edificio de la calle Carlos J. Meneses, en la colonia Buenavista, alcaldía Cuauhtémoc.

“No entiendo, por qué me están sacando”, preguntaba la mujer de 102 años asustada, mientras era desplazada a bordo de una silla de ruedas por varios hombres encapuchados, entre ellos varios policías de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC), ¡Así como lo lees, querido lector!

Entre gritos de pánico y terror más de 60 personas invadieron dicho inmueble a punta de pistola y con mazos, hicieron varios destrozos para intimidar a todo aquel que se opusiera a desalojar su vivienda pues esa noche estaban seguros de que el edificio completo sería de ellos.

Bebés, niños, mujeres, hombres y ancianos eran sacados a la fuerza sin importar su condición, “¡Muévanse cabrones!”, gritaban mientras otros ingresaron a los departamentos y se llenaban sus bolsillos con todo lo que podían.

COLUDIDOS

Tras las numerosas denuncias se desató una intensa movilización policiaca en la zona, sin embargo, fue necesario que policías de otro sector asistieran, ya que, al parecer, varios de sus colegas estaban del lado de la delincuencia.

Esto no es la primera vez que ocurre, puesto que con el pasar del tiempo, el terror y el miedo que estos grupos delictivos han sembrado en habitantes de las alcaldías Iztapalapa, Cuauhtémoc y Gustavo A. Madero, es indescriptible.

“El día que ellos entraron al inmueble, a mí y a mi hija nos dio mucho miedo porque venían armados. No solo sentimos temor porque nos sacaran de la casa, sino también porque nos fueran a golpear y a violar, lo decimos porque varios fuimos sacados en paños menores”, dijo una víctima a Diario BASTA!, quien pidió anonimato.

DENUNCIAS

Hasta el momento se tiene registro de que existen 600 denuncias por despojos de inmuebles por parte de células delictivas, entre ellas, una perteneciente a la Unión Tepito.

De hecho, en un comunicado emitido por la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) señalo que ya existe toda una lista negra de delincuentes que ya fueron identificados.

Lo cierto es que, con base en lo establecido en la ley, ninguna persona puede ser desalojada de su vivienda si la autoridad correspondiente no se identifica y muestra una orden de desalojo emitida por un juez.

Cabe señalar que, días antes, llega una notificación al domicilio y ésta debe de ser confirmada.

USO DE VIOLENCIA

Hace un par de semana un habitante de la colonia Narvarte también fue víctima: “¡Órale, hijo de tu pinche madre, sáquese a la chingada!”, dijeron varios sujetos, entre otras majaderías, para intimar a su víctima.

Mientras los varones alardeaban en la azotea de la vivienda con palos, machetes y pistolas, el pobre hombre, de 48 años, salió corriendo del inmueble ubicado en la calle Tanana y el Viaducto Miguel Alemán, en la colonia Piedad Narvarte, de la alcaldía Benito Juárez y solicitó el apoyo de las autoridades.

Rápidamente, estos arribaron a la vivienda, los cuales fueron recibidos a pedradas por los delincuentes, sin embargo, una vez que llegaron al espacio más de 50 refuerzos, procedieron a detener a siete mujeres y 13 hombres, uno de ellos menor de edad.

Lamentablemente, este tipo de células no siempre tocan la puerta y cordialmente invitan a la gente a salir, por el contrario, el modus operandi de estas organizaciones, son el ejemplo de varios delitos, como extorsión, uso ilegal de armas, robo y lesiones.

¿Qué están esperando las autoridades para actuar? Hasta el momento es un misterio o al menos así lo describió el señor Enrique, mientras ingresaba a su vivienda luego de que fuera saqueada por este tipo de pelafustanes.

DATO:

Al menos 600 denuncias por este delito han sido registradas

DATO:

Las lacras ingresan a las viviendas y se apoderaron de joyas, dinero, aparatos electrónicos, computadoras y celulares para luego huir del lugar.

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