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Arreando al elefante | La fabrica de mentiras

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Por Ricardo Sevilla

Desde hace semanas, está a todo lo que da la fabrica de mentiras para atacar al presidente López Obrador y a cualquier representante de la Transformación.

Y, principalmente, hay personajes, pseudoperiodistas, chayoteros y expresidentes borrachos que todos los días están dándose vuelo lanzando diatribas y golpes bajos contra AMLO. Y dos de ellos son: Felipe Calderón y Ricardo Alemán, quienes se están dando vuelo y respaldo a través de bots para atacar a AMLO.

Pero no son los únicos. Porque en la oposición, infelizmente, abundan los mentirosos y chayoteros, y afloran cual sabandijas en una alcantarilla.

Y hablando de mentirosos, ahí, en esa categoría podríamos ubicar a Emilio Álvarez Icaza, quien, hace un par de días, decidió difundir un falso incendio en el metro Pantitlán. Al señor Álvarez Icaza, que adolece de ideas, se le ocurrió esta hazaña y lo cacharon, con las manos en a masa, en la mentira.

Infelizmente, esta gente no tiene remedio. Mienten como respiran. Y fabrican fake news como si fueran bombas de eructos después de haberse tomado una Coca cola.

¿Y quién es este señor Emilio Álvarez Icaza? Un malandrín que, a lo largo del tiempo, se ha hecho rico a través de asociaciones civiles.

Álvarez es un tipo al que han demandado en incontables ocasiones.

De hecho, yo recuerdo que allá, en 2016, precisamente una organización civil llamada: Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y la justicia Penal A.C., presentó una denuncia penal ante la Procuraduría General de la República (PGR), más precisamente: una denuncia penal por el delito de fraude por las cantidades de un millón 250 mil dólares y dos millones de dólares, en perjuicio de la Federación, cometido ¿por quién cree usted? ¡Acertó! Por Emilio Álvarez Icaza Longoria.

Por cierto que Emilio es el hermano de Luis Agustín Alvarez-Icaza, quien fuera secretario administrativo de la UNAM y amigo de piquete de ombligo de Enrique Graue, el licenciado que le hizo creer a la comunidad universitaria que era doctor y se presentaba así.

Pero, ojo: la guerra sucia no sólo opera en X, antes Twitter. No. Últimamente, la Oposición, enojada y desesperada, también se ha dado a la tarea de mandar mensajes, a través de WhatsApp, denostando a López Obrador y Claudia Sheinbaum. Y ahí es donde debemos tener muchísimo cuidado.

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