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¡Alerta feminista! Así se vivió la Marcha del 8M

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La marea violeta inundó las calles de la Ciudad de México, miles de mujeres salieron a la calle a marchar por las asesinadas, las desaparecidas, las violadas, las golpeadas al grito de ¡Ni una más!

ANA E. ROSETE

GRUPO CANTÓN

Ciudad de México.- “¡Alerta, alerta que camina, la lucha feminista por América Latina!”, esta fue una de las consignas más cantadas durante la marcha, las mujeres luchan por apropiarse de un espacio que de facto les pertenece.

La marea morada y verde inundó estaciones del Metro, Metrobús, paradas de camiones y Trolebús, las calles; las mujeres están listas, la Ciudad de México les pertenece, nos pertenece.

El bloque negro estuvo listo para abrir camino a todas las morras que buscaban llegar al Zócalo capitalino, aguerridas, preparadas, conscientes de lo que viene y con ganas de combatir. “Acción libre, social y directa”, se escuchó en uno de los contingentes.

Poco se sabe de ellas, su rostro permanece oculto bajo el pasa montañas, algunas dejan al descubierto sus ojos; sin embargo, el objetivo principal es abrir paso sin ser descubiertas.

“Ni una más, ni una más, ni una asesinada más”, corean las mujeres en este país donde a diario matan a 11 y desaparecen 8 al día.
Susana marchó por primera vez, asegura que no lo hacía por miedo de lo que veía en la tele, de lo que leía en los periódicos y en las redes sociales; la realidad, dice, supera la ficción.

Enfundada en ropas negras, con un pañuelo verde en la mano y con un paliacate morado cubriendo la mitad de su rostro; la joven de 21 años se alistaba para cantar cada una de las consignas feministas, esas que la multitud corean acompañadas de la batucada.

Se decidió a salir a la calle llena de rabia y coraje, una de sus amigas fue violada por su novio y, a la fecha, no se ha resuelto el caso; la joven violentada terminó yéndose de la ciudad pues la pena y el miedo la hicieron ser una desplazada más del machismo que predomina en la Ciudad de México.

“Qué no, que te dije que no, pendejo no, mi cuerpo es mío sólo mío, tengo autonomía”, gritaron tan fuerte que parece desgañotarse, lo hace por ella, por Camila, por sus hermanas y sus primas; está emocionada, intenta controlar las lágrimas, pero algunas se asoman y recorren sus mejillas haciendo que el maquillaje que tiene en el rostro se corra.

“El amor romántico mata, esta idea absurda de que si te cela es porque te quiere, si te pega es porque te ama, que invalide lo que sientes, lo que haces, te lleva a convertirte en una sumisa”, señaló Susana, lanza una mirada al cielo y agradece que su amiga, aunque está lejos, sigue viva.

Hombres y mujeres ejercen y reciben violencia, eso está claro; sin embargo, se ejerce y se recibe de manera diferente; la violencia hacia las mujeres es una recurrente sistemática.

De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) las víctimas del delito reportan que en casos de violencia familiar el 76 por ciento son mujeres, en casos de abuso sexual el 75 por ciento son mujeres, en cuanto a violación el 80 por ciento son mujeres, en términos de acoso, rapto e incesto el 90 por ciento de las víctimas son mujeres y respecto a homicidios las víctimas resultaron ser en un 90 por ciento hombres.

Ahora si se habla de quienes resultaron responsables de cometer dichos delitos en cuanto a violencia familiar el 82 por ciento de los casos fue cometido por hombres, mientras que el 93 por ciento de delitos de abuso sexual y hostigamiento sexual fue cometido por hombres, en torno a violación sexual el 90 por ciento de los casos fue perpetrado por un hombre y del 90 por ciento de los homicidios cometidos, en un 90 por ciento los responsables son hombres.

Con el pasar de los años se han sumado más mujeres a la acción directa que se realiza como parte de la conmemoración por el Día Internacional de la Mujer; niñas, adolescentes, mamás, estudiantes, trabajadoras, universitarias, abuelas, para exigir derechos no hay edad, ni clase, ni religión.

Las mujeres se han apropiado de lugares que antes eran impensables, Julieta se salió de su trabajo, en el camino a la marcha se cambió los tacones por tenis, la falda por pantalón, el puesto de jefa lo dejó en su oficina y se sumó al contingente separatista; quiere celebrar que por primera vez en su empresa le dieron la oportunidad a una mujer de dirigirla.

Los espacios de poder en los que era impensable que las mujeres tuvieran un espacio ahora se recuperan como pago de la deuda histórica que se tiene como el género; muchas de las que marchan hablan de que este año por primera vez en México será una mujer quien gobierne a uno de los países más machistas.

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