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- Apuestan a desestabilizar al país sin importar los medios
- Les han fallado sus cálculos a los conservadores
- Hay estabilidad económica y social
Juan Hernández.
Sin rodeos, el presidente Andrés Manuel López Obrador informó que en la mañanera del miércoles presentará pruebas de una campaña orquestada en su contra por peones del expresidente Carlos Salinas de Gortari para enrarecer el ambiente político y desestabilizar al país sin importar los medios que tengan que usar.
En su intervención, el mandatario señaló que desde hace menos de una semana, personalidades como Joaquín López-Dóriga, Beatriz Pagés, Héctor Aguilar Camín y Raymundo Riva Palacio — todos ellos vinculados a Salinas de Gortari— iniciaron “una campaña muy irresponsable, perversa, de malas entrañas y riesgosísima. Están difundiendo que si le pasa algo a un periodista, a una aspirante a la presidencia, va a ser culpa mía”, reprochó y negó que su gobierno “actúe de manera perversa”.
“Estoy sintiendo una campaña muy sucia, muy perversa, muy inhumana, muy autoritaria, fascista, de mucha maldad. Me preocupa porque toda esa gente, todos esos personajes del periodismo están muy vinculados a Salinas de Gortari. Incluso López-Dóriga llegó a decir de que iba a ser como cuando el asesinato de Colosio. Que le echaron la culpa a Salinas”, señaló el Jefe del Ejecutivo.
Agregó que esta situación es muy grave y perversa el intentar pronosticar que habrá un crimen y que el Presidente será el responsable los cual calificó como enfermizo. ¿Qué no pueden esperar un año dos meses que ya voy a concluir?, cuestionó el mandatario quien aseguró que esta campaña es por cuestiones politiqueras y por la ambición del poder.
“¿Por qué esa actitud golpista e inmoral? Eso no tiene nada que ver con la ética”, aseveró López Obrador, quien sostuvo que él llegó a la Presidencia sin trampas. “Si llegue hasta donde estoy es porque conserve inalterables mis principios, no llegue dejando trozos de dignidad en el camino. Tengo autoridad moral, si los exhorto a que hagan una reflexión de sus actos, que no procedan de manera vil, que no necesitamos reprimir a nadie. Políticamente, no necesitamos reprimir a ninguna persona a nadie, lo hacemos por convicción. Tenemos un gran respaldo de la mayoría de los mexicanos”, aseveró.
En su análisis dijo que para que se comprenda la situación del país, si estuviésemos debilitados políticamente o a lo mejor si no fuéramos como somos, se mantendría la tentación de usar el presupuesto público, de hacer trampas o de reprimir. “No hay crisis de bienestar social. Lo tenían como bandera, porque pensaban que no íbamos a poder, de que el país se esté incendiando, a la economía le vaya mal o que el peso pierda frente al dólar”.
Ante este panorama, el mandatario pidió a sus adversarios tranquilizarse, pues la campaña se debe a que todos sus pronósticos en materia de seguridad y economía les han fallado y “cada vez se enojan más”, finalizó.
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