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Ana María Vázquez
Lo había pensado al ver sus diferentes atuendos, la policía, la taquera, la sexi en portadas de revistas, la barrendera… y siempre me recordaba de algún modo a los diferentes atuendos que vendían para la muñeca Barbie en los que se convertía en granjera, piloto, ejecutiva, científica y muchas más, sin embargo no podía ligar la idea con la personalidad tan “polifacética” de la actual alcaldesa de Cuauhtémoc que suele acompañarse de su osito de peluche, hasta que encontré un archivo médico en el que se hace referencia al llamado “síndrome de Barbie” o Atelofobia.
Desde que tomó protesta en alfombra roja, los globos con dinero, declarar que “no le gustan los pobres”, los derroches y lujos no aclarados, el vetar a los sonideros, prohibir la cultura gráfica, los rótulos de identidad de los comerciantes, la alcaldesa no ha hecho más que mostrar los múltiples problemas emocionales que le aquejan.
Desde el día 1, arbitrariedades al por mayor disfrazadas de legalidad, como la que sucedió el viernes pasado en el que manifestantes se plantaron afuera de la alcaldía para exigir que cese la “limpieza social” y que ella llama “orden y disciplina” a través del que busca retirar de las calles a “ciertas personas” (gente en situación de calle, ambulantes y trabajadoras sexuales de ambos géneros, violentando sus derechos). Sin embargo, a la “Barbie multichambas” se le escapa que la inseguridad, la impunidad y el Cártel Tepito han crecido exponencialmete desde su represor mandato.
De la manifestación del viernes, activistas fueron seguidos por grupos de choque de la alcaldía vestidos de civil, tuvieron que pedir apoyo al sentir el acoso de los que ya habían identificado como golpeadores de la alcaldía.
Por su parte, la señora Cuevas alegó que era gente de Morena la que se había manifestado porque “están en su contra”; no responde ante el dinero no entregado de programas sociales, que fue otro de los reclamos.
Represión, prepotencia, intransigencia y más, son las acusaciones a esta mujer “emanada del pueblo”, poseedora de un guardarropa digno de Barbie multitask, y quien ha sido denunciada por usar programas sociales con fines electorales. Le urge un retiro y un médico.
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