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El mexicano tuvo una buena sesión de calificación; los pilotos externaron su opinión sobre las sensaciones del circuito callejero
Israel Germán.
A pesar de que los pilotos de la NASCAR utilizan un simulador con el que entrenan para tratar de interpretar mejor las peculiaridades de cada pista y sus singulares desafíos, no hay nada que se compare con la realidad de meterse al bólido, ponerse el casco y echar a andar el coche para sentir la pista.
La Grant Park 220, el nombre de la prueba callejera inaugural de la NASCAR en sus 75 años de historia, parece haberle sentado bien al piloto mexicano de la Cup Series, Daniel Suárez, al menos en la víspera.
El regiomontano tuvo una muy buena sesión de calificación, registrando su mejor vuelta en 89.322 segundos en el circuito callejero de 3.4 kilómetros de longitud (2.1 millas), lo cual le permitirá partir desde la quinta posición de un total de 37 competidores, un resultado que lo deja contento a medias al piloto del equipo Trackhouse Racing.
“Es bueno (el quinto lugar de la arrancada), estoy contento, mas no satisfecho”, comentó Suárez después de la calificación. “Creo que mi carro tenía un poco más, yo no hice un excelente trabajo, hice un buen trabajo, pero no excelente. Pudimos haber sacado un poquito más, pero así pasa y en este tipo de pistas es muy difícil sacar todo perfecto, pero hay que seguir trabajando y tratar de mejorar un poco más para mañana”.
Daniel se quedó a .887 milésimas del primer lugar, Denny Hamlin, quien se apoderó de la pole position, tuvo una velocidad promedio de 88.6 millas por hora (142.6 kilómetros) y espera tener una carrera en la que pueda sacar puntos para mantenerse en la pelea por clasificar a los playoffs de la Cup Series, pero será todo un reto.
Daniel es optimista para la carrera de este domingo, aunque reconoce que hay una serie de detalles a los que deberá estar muy pendiente para mantener ese buen semblante de cara a la competencia.
“Es muy diferente, hay muchos brincos, tienes que ser muy preciso con las distancias hacia las bardas, en las entradas, en el ápex de las curvas, en la salida, pero en general el equipo ha hecho un buen trabajo y pudimos tener un carro bueno al principio, hicimos muchos ajustes y fuimos mejorando, avanzando, pero aún tenemos trabajo por hacer, estuvimos bien, mas no excelente, hay que trabajar un poquito más, pero creo que podemos correr desde ahí”.
Para reforzar lo que dijo Suárez sobre los retos de la prueba, el dos veces campeón de la Cup Series, Kyle Busch, quien corrió en México en el Autódromo Hermanos Rodríguez cuando la entonces NASCAR Nationwide Series estuvo en suelo mexicano, admite que, de manera inevitable, habrá contactos entre los competidores.
“Mil por ciento”, dijo el dos veces campeón (2015 y 2019). “Hay esquinas estrechas, muchas zonas de contacto, de subir y bajar la velocidad, todos nosotros acelerando y frenando antes de llegar a la curva 1 y no quisieras tocar al tipo que está enfrente de ti, pero va a haber alguien en frente de él y alguien va a estar detrás de ti. Y tienes que estar consciente del efecto acordeón y tratar de no involucrarte en uno de esos escenarios”.
El actual líder de la competencia, Martin Truex Jr., es otro de los pilotos que llegó a correr, e incluso ganar (2005) en México en la Nationwide Series. Pero a diferencia de lo que pasó aquella vez, recuerda, pese a que se trató en su momento de una prueba nueva como ahora lo es el circuito callejero de Chicago, no fue la misma experiencia y detalla el porqué.
“Es cierto que esa era también una nueva pista, pero la gran diferencia es que sí tuvimos tiempo para conocerla”, explicó Truex Jr. “Y lo difícil de pistas como esta es que vienes por primera vez y tienes 15 minutos de práctica y eso no ayuda mucho, no es como antes que teníamos dos horas y bajo estas circunstancias es difícil, pero con el simulador se trata de compensar eso, pero nada qué ver con México, esto está lleno de brincos, es más estrecho, paredes por todos lados y esas son algunas de las grandes diferencias”.
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