Síguenos

¿Qué estás buscando?

Voces

Arreando al Elefante | El polvorín

20 lecturas

Ana María Vázquez

Hace poco una persona se refería a Chiapas, diciendo “Es mucho lo que le ocultan al presidente, Rutilio (refiriéndose a Rutilio Escandón, actual gobernador de Chiapas) manda poner vallas y paga gente para que la foto salga bonita, las cosas por aquí no se han calmado, al contrario, les echan pintura para taparla y decirle al presidente que todo va bien, pero no le habla de los desplazados, no solo los 7 muertos de las comunidades, tampoco le informan que hay regiones donde el narco ha prohibido la entrada a la Guardia Nacional y que las disputas de tierras también siguen, los desplazados siguen, que Los Altos es un polvorín que Rutilio no ha detenido y le va a estallar al gobierno si no hacen algo bien y pronto. Quisiera, finalizó, que el presidente viniera 2 semanas, que se quedara acá para que no lo envuelvan con cuentos y fotos o videos trucados”

Las poblaciones de La Trinitaria, Amatenango de la Frontera Comalapa, Chicomuselo y otras tantas han sido tomadas por los cárteles, obligando a los pobladores a desplazarse con lo que traen puesto o a participar en cualquiera de los bandos en disputa al amparo de las autoridades comandadas por un gobernador omiso y mentiroso que se niega a reconocer que la violencia en la región los ha rebasado y que se le ha impedido a la Guardia Nacional el acceso a los territorios en conflicto.

Con la puesta en marcha del Tren Maya, muchos caciques y grupos del crimen organizado han recrudecido las luchas por el territorio, el botín del que unos y otros quieren hacerse en perjuicio de las comunidades indígenas víctimas de terror, extorsión, despojo y asesinato. Ante esto, el grupo llamado El Comisariado impuso multas arbitrarias a los pobladores y frente al dinero, cerraron la boca a las denuncias de casas quemadas, desplazados, muertos, desaparecidos.

Despojados de todo, los desplazados, principalmente mujeres y niños, se congregan en campamentos improvisados, comen tortillas y café negro, el único alimento disponible, mientras están entre dos fuegos: el de los grupos caciquiles armados y los cárteles; los que nada tienen, esperan que por algún lado llegue a oídos del presidente la mentira y traición del gobierno local.

Te puede interesar: Arreando al Elefante | La cultura del desprecio y una tal Denise

Te puede interesar

Advertisement