56 lecturas
Antonio Attolini Murra
El sello de la casa para el PRI de Coahuila es, sin duda, la mediocridad en su gestión y la corrupción como máximo primer elemento en el orden de prioridades: ¿cómo me hago más rico yo y mis amigos/familiares en estos seis años? El actual candidato a la gubernatura por el PRI, Manolo Jiménez Salinas, es ese representante último, acabado, cuidado y cobijado desde hace años como proyecto de continuidad. Empecemos a conocer su historia.
En 2011 fue electo como diputado local por el PRI en la LIX Legislatura de Coahuila, legislatura en donde la megadeuda de Humberto Moreira fue aprobada con aplastante mayoría y todavía más irregularidades y falsedades. Posteriormente, en 2017 fue electo como alcalde de Saltillo. En 2018 las elecciones a alcalde se alinearon con el calendario federal y Manolo Jiménez volvió a ser electo alcalde hasta 2021. ¿Su mayor legado? El transporte público más caro de México, en decadencia y con afectaciones graves a la vida de los trabajadores.
De acuerdo al director operativo del Instituto Municipal del Transporte, Jaime Garza, de 42 rutas de transporte público que existían en la ciudad, solo quedan 32 y 4 en riesgo de desaparecer. El último cargo público antes de obtener la candidatura fue en el gobierno de Miguel Ángel Riquelme, como Secretario de Inclusión y Desarrollo Social, cargo que comenzó a ocupar en enero de 2022 y con el cual se dedicó a recorrer el estado haciendo entrega de un paquete de despensas por el programa “Mejora Coahuila”. Dicho programa fue objeto de críticas, como la que la alcaldesa de Morena en Múzquiz, Tania Flores, hiciera de operadores del gobierno estatal que sin reportarse con la instancia municipal, hacían entrega de los apoyos sin ningún tipo de evaluación técnica, socioeconómico o de programa: son prerrogativas que se otorgan a
las redes clientelares del PRI.
Existe la sospecha digna de considerar que el desfalco a la Universidad de Coahuila y al sistema de Salud estatal reportado por la Auditoría Superior de la Federación en las finanzas estatales de Coahuila por montos superiores a los 2 mil millones de pesos haya sido de donde financiaran las irregularidades de dicho programa. Segunda parte en la siguiente entrega.
Lee también: Echados en la hamaca | La traición
