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En 2018 registró 399 quejas, cifra que subió a 503 un año después. En el 2020 bajaron a 274, mientras que en 2021 fueron 62. Sin embargo, las quejas por acumulación de basura repuntaron más de nueve veces el año pasado
Omar Montalvo
La falta de cultura cívica y del servicio público de limpia en la alcaldía Magdalena Contreras, gobernada por el priísta Luis Gerardo Quijano, ha impedido que disminuya el número de tiraderos clandestinos a cielo abierto. Esto a pesar de que la demarcación recibe cientos de quejas por la basura en la vía pública.
En respuesta a una solicitud de información, la Subdirección del Centro de Servicios y Atención Ciudadana de esa alcaldía dio a conocer que en el 2022 acumuló 529 quejas por la falta de trabajos de limpia y barrido manual, así como de recolección de residuos públicos en rutas establecidas y de residuos sólidos en la vía pública. Detalló que la población presentó sus quejas a través del Sistema Unificado de Atención
Ciudadana (SUAC) y el Centro de Servicios de Atención Ciudadana (CESAC) por la falta de servicios. La cifra registrada el año pasado fue la más alta en los últimos cinco años.
Lo anterior porque en 2018 registró 399 quejas, cifra que subió a 503 un año después. En el 2020 bajaron a 274, mientras que en 2021 fueron 62. Sin embargo, las quejas por acumulación de basura repuntaron más de nueve veces el año pasado.
Por su parte, la Jefatura de Unidad Departamental de Proyectos de Desarrollo Sustentable, Estudios y Seguimiento Normativo informó que tiene identificados 11 tiraderos clandestinos a cielo abierto, los cuales equivalen a 291 toneladas diarias de desechos, según reportes de la Secretaría de Medio Ambiente capitalina (Sedema). La administración de Quijano Morales refiere que para atender el grave problema de los tiraderos, todos los día lleva a cabo la limpieza de las calles, “recolectándose un total de cinco mil 800 kilogramos, y así evitar focos de infección y la propagación de fauna nociva”.
Según las quejas atendidas por la alcaldía sobre los tiraderos, la atención de las autoridades locales es la más baja, ya que en 2022 hubo 84 reportes y en lo que va del 2023 al menos 22.
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