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Salvador Guerrero Chiprés
La noche del 14 de septiembre de 2018, personas disfrazadas de mariachis mataron a seis e hirieron a siete en Garibaldi. Fue uno de los episodios más dramáticos registrados en la Ciudad, que en aquel año llegó a registrar días con hasta 11 homicidios dolosos, tal como en el primer día de la administración de la Jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum; en febrero de 2023, el promedio diario es de dos.
La voluntad cotidiana a favor de la seguridad y la convergencia de capacidades ciudadanas, empresariales e institucionales han permitido recuperar radicalmente espacios como la Plaza Garibaldi, que hoy canta otro son. Este martes, el Consejo Ciudadano de la CDMX acompañó el esfuerzo del titular de la Autoridad del Centro Histórico, Manuel Oropeza, y de empresarios de los restaurantes más emblemáticos —Salón Tenampa, Guadalajara de Noche, Tropicana, El Gorila— concretado en el arranque de una campaña para evitar el cobro de propinas excesivas.
Desde la ciudadanía organizada es posible modelar esquemas de prevención y de fomento a la cultura cívica que tengan incidencia en la seguridad pública. Desde hace 14 años, el Consejo coordina una mesa de
trabajo con autoridades —por ahora solo del gobierno central, aunque se ha hecho la invitación a la alcaldía Cuauhtémoc— empresarios y vecinos. Esta labor se ha intensificado y contribuye en la reducción de
hasta 30% en delitos como robo a negocio, a transeúnte sin violencia y extorsión. Este último, uno de los más prevalentes y preocupantes a nivel latinoamericano; imposible evadir que esta alcaldía ocupa el primer lugar en tasa por 100 mil habitantes en la capital nacional.
Garibaldi vuelve a ser un ícono de turismo local y extranjero: es referido frecuentemente en los pasillos del Tianguis Turístico que hoy hace de la CDMX epicentro de prospectiva y recuperación económica. Avanzan los esfuerzos coordinados.
