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La mujer pasó frente a un negocio donde se cometía un asalto y una bala perdida la mató
Deyanira Carmona/ Salvador Trejo.
Estar en la hora y lugar equivocados le costó la vida a María Elena “N”, de 63 años de edad, pues una bala perdida disparada por malvados asaltantes la alcanzó.
Ese día Elena salió de su casa a buscar pan para uno de sus hijos, quien regresaría de trabajar minutos después. Caminó por la calle Glorieta de Colón hasta la avenida Adolfo López Mateos, en la colonia Evolución, y ahí se dio la vuelta para dirigirse a su destino, sin embargo, no se percató que en esos momentos dos asaltantes armados atracaban dos locales, uno de plásticos y aglutinados con razón social La Güera y la Pizza Bella.
Repentinamente, se escucharon disparos y María Elena se pegó a la pared tratando de refugiarse, pero de pronto sintió en el abdomen algo caliente que la hizo caer de rodillas; llevó su mano a esa parte de su cuerpo y se percató que sangraba. “¡Dios mío ya me dieron!”, alcanzó a balbucear y enseguida se desplomó sobre la banqueta bocabajo.
Nadie puso atención en el cuerpo de la mujer, pues los empleados de ambos negocios salieron en persecución de los asaltantes para tratar de capturarlos y uno de ellos recibió un balazo en un pie, aunque eso no impidió perseguir y detener a uno de los rateros.
“¡Ahora sí cabrón te va a cargar la chingada!”, le dijo el hombre al ladrón mientras lo golpeaba para saciar su impotencia. Fue entonces que observaron el cuerpo de María Elena y se acercaron a tratar de auxiliarla.
“¡No mames, la doña tiene un balazo, está sangrando machín, hay que llamar una ambulancia!”, le dijo uno de los empleados a otro, quien presuroso llamó al 911.
AYUDA
Minutos después llegaron al lugar elementos de la Policía Municipal, quienes llamaron a una ambulancia para atender a la mujer y al empleado herido, sin embargo, cuando revisaron a María Elena ya no contaba con vida, en tanto el joven lesionado fue trasladado a un hospital de la zona.
Al lugar llegó un hombre alto y delgado, vestido con pantalón de mezclilla azul y un suéter rojo, a reconocer el cuerpo de su familiar: “¡No puede ser Dios mío, no puede ser…!” “¡Levántate Mary, por lo que más quieras!”, gritaba entre sollozos, mientras se agarraba la cabeza, con un gesto de angustia y dolor.
TESTIMONIOS
“Yo venía llegando de repartir unas pizzas y ahí estaba la señora tirada, dicen que ella iba caminando y le tocó una bala perdida. Qué mala suerte porque la doña no tenía nada que ver en el asalto”, comentó un empleado de la Pizzería Bella, ubicada a un costado de donde ocurrió el crimen.
“Al parecer uno de los clientes increpó a los ladrones, para oponerse al robo, por lo que los sujetos dispararon para amedrentarlo, fue entonces cuando la señora pasaba caminando por la zona y recibió un balazo que la tumbó”, comentó otro de los testigos.
CLAVADO
Mientras tanto, los empleados del lugar entregaron a la policía a Josué “N”, de 20 años de edad, uno de los presuntos asaltantes asesinos.
“Ojalá y a este wey le den una calentadita para que afloje dónde está su cómplice y lo apañen para que la muerte de doña María Elena no quede impune”, dijo en tono de hastío uno de los vecinos de la zona.
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