Visitas
Los delincuentes le dispararon por la espalda y huyeron en el coche de su víctima, en el municipio de Ecatepec.
Redacción Grupo Cantón.
Uno sale de su casa con la esperanza de regresar sano y salvo, pero el destino es tan incierto que nunca se sabe si la vida le será arrancada horas más tarde, pues los accidentes, los asesinatos y las desapariciones rondan en la esquina.
Qué difícil debe de ser para una persona entender que su hermano, hijo, hija, marido o esposa murió en manos de la delincuencia o del crimen organizado y peor aún, viviendo en un país tan violento y corrupto como México. La violencia institucional es tan común que, los familiares de las víctimas se ven en la necesidad de tener que buscar respuestas a través de sus propias investigaciones.
ANTECEDENTES
Hasta el momento no se sabe porque Luis “N”, (nombre ficticio utilizado para salvaguardar la integridad de la víctima), después de salir de su trabajo estacionó su vehículo en la calle Gabriel Hernández, esquina con calle Chapultepec, colonia Guadalupe Victoria, en el municipio de Ecatepec.
Lo que sí es cierto, es que los delincuentes ya le habían echado el ojo días anteriores de cometer su feroz crimen. Su objetivo era robar el automóvil del año, Vento, color gris y para ello, era necesario despojar a Luis de su unidad, sin importar si era necesario quitarle la vida.
AUTOMOVIL
“¡Ya valiste madres, cabrón!”, “¡Bájate hijo de la chingada!”, dijo uno de los delincuentes al automovilista mientras le apuntaba con la fusca en la cabeza. “¡No me voy a bajar!”, dijo Luis con voz temblorosa, mientras otro de sus verdugos lo amenazaba con el arma de fuego desde la venta del copiloto.
El hombre jamás imaginó que los dos sujetos que minutos antes vio a través del retrovisor acercarse a su vehículo, iban con la intensión de despojarlo de su coche, aquel que logró compra con tanto trabajo y esfuerzo.
Pero con las pistolas apuntándole, Luis quiso madrugar a los robacoches, por lo que en un rápido movimiento quitó las llaves, abrió la puerta y bajó apresurado de la unidad.
CRIMEN
Al ver que Luis bajaba del carro los sujetos subieron rápidamente al vehículo, pero vieron que las llaves no estaban puestas y uno de ellos, encolerizado, bajó y le disparó por la espalda a su víctima. La bala perforó su pulmón, y provocó que su respiración se detuviera lentamente, al tiempo que se desplomaba en el asfalto, repleto de sangre que corría de su espalda hasta las rodillas.
Los gritos de auxilio de transeúntes, se hicieron presentes en la calle, mientras solicitaban el apoyo de los policías, “¡Auxilio, acaban de matar a un hombre afuera de mi casa!”, decían desesperados en las llamadas de emergencia al 911. Los maleantes aprovecharon la confusión para subir al auto de su víctima y darse a la fuga.
FAMILIARES
Al lugar arribaron familiares del automovilista, quienes no daban crédito a lo sucedido. “¿Por qué, Dios mío?”, se preguntaban dos mujeres desesperadas, mientras abrazaban el cuerpo de Luis tirado sobre la banqueta. La respuesta nunca llegó.
Te puede interesar.