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Nadie se explica a dónde fueron a parar los 3 mil 600 millones autorizados en 2022 para seguridad pública.
Redacción Grupo Cantón.
Pese a tener altos números en rojo, el gobierno de Miguel Barbosa Huerta, en el estado de Puebla, no se ha movilizado en pro de su gente que se siente entre la incertidumbre de la inseguridad y la violencia tan solo al salir de sus casas e ir al trabajo.
De acuerdo con la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana realizada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), el 70 por ciento de la población en Puebla vive con miedo 24/7, esto con corte al tercer trimestre al mes de septiembre fue en el segundo trimestre, entre mayo y junio, que la población de Barbosa palideció al pisar sus calles, pues 87.1 por ciento de la gente tenía miedo de salir al mercado o ir a la escuela.
Para el mes de septiembre de 2021, el gobierno de Puebla se apuntaba 68.8 en inseguridad, situación que para nada ha cambiado, pues ha aumentado en un 2.2 por ciento a septiembre de 2022 y se prevé que para fin de año la situación empeore. Sus ciudadanos, a falta de estrategias, seguridad y resguardo policiaco, han tenido que enfrentarse en las calles con los delincuentes y luchar por su supervivencia y vida, en promedio un 42.2 por ciento, es decir, casi la mitad de la población.
Por otra parte, mientras que para 2022 el estado de Puebla recibió la cantidad de $3’611,464.00 para seguridad pública, y dado a las anteriores cifras, la ciudadanía no se sintió segura y no hubo estrategias. Ahora, con el presupuesto que se apuntala para 2023, que sería de $4’085,548.00, se esperaría una disminución en la precepción de seguridad y verdaderos cambios a nivel de estado
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