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A pesar de que la alcaldía Azcapotzalco debería ordenar el comercio irregular, se hacen de la vista gorda.
Redacción Grupo Cantón.
Desde el año pasado, momento en el cual Margarita Saldaña asumió el cargo como alcaldesa de Azcapotzalco, se observó un notable incremento de comercio en la vía pública. Esto a pesar de que la alcaldía, la Dirección de Espacio Público y Gobierno y de la Subdirección de Vía Pública son las encargadas de ordenar a los comerciantes su retiro; pese a ello, se cobran moches de manera constante.
Una de las zonas donde hay una presencia alta de ambulantaje es en las inmediaciones del Cetram El Rosario. Ahí, los inspectores dejan que los ambulantes operen como si nada ocurriera y para colmo, permiten los robos de luz.
Adicionalmente, de acuerdo a una solicitud de información, la misma administración de Margarita Saldaña se contradice, pues señala que a pesar de ser los responsables de los ambulantes, no multan los robos de luz por no tener conocimiento de dicha práctica. Sin embargo, el uso de diabli tos es evidente para los más de 250 mil usuarios, quienes al pasar cerca de los puestos deben esquivar los cables colgados o bajarse de las banquetas. Cabe recordar que la Comisión de Federal de Electricidad (CFE) considera un delito el uso de diablitos, el cual se castiga con 3 a 10 años de prisión y una multa de hasta mil días de salario mínimo.
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