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El tribunal de Reino Unido, sostuvo que el comentario es “inherentemente relacionado con el sexo”, afectando con la palabra a los hombres.
Redacción Grupo Cantón
Esta resolución viene después de que un electricista del condado de Yorkshire, Tony Finn, demandase a la empresa que le había despedido.
El argumento de que su supervisor le había hecho comentarios despectivos sobre su calvicie, y consideraba esos comentarios acoso sexual.
“Tenemos pocas dudas de que ser hablado de esta manera peyorativa fue una conducta no deseada en lo que respecta a Fin”, concluyó el tribunal.
Por lo tanto, el tribunal de Reino Unido ha dictaminado que llamar “calvo” a un hombre constituye un acto de acoso sexual.
“A nuestro juicio, el Sr. King cruzó la línea al hacer comentarios personales al reclamante sobre su apariencia”, añadió.