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Algunos internos del penal Bordo de Xochiaca adoptaron al deporte de los puños como una forma de hacer más llevadero su día a día
Rodrigo Mojica
Edomex.- Disciplina y poder: Creando Campeones, es la leyenda que sobresale en el gimnasio de aquel lugar, uno distinto, porque aquí los entrenamientos apuntan
a la liberación, a la readaptación, al recordar que no todo está perdido.
El Centro Penitenciario y de Reinserción Social Nezahualcóyotl Bordo de Xochiaca, se convirtió, de un tiempo a la fecha, en una extensión de los sitios citadinos que se encargan de la hechura de los variados pugilistas que hoy se muestran ante el mundo.
En su nicho, al menos una centena de internos, para tal vez, hacer más llevadero el diario vivir, decidieron adoptar al boxeo como su disciplina y les llegó el momento estelar, ese en donde los triunfos van acompañados de vítores o silbatinas, según sea el caso de sus actuaciones.
Y el día más esperado, porque los sueños y las ilusiones, a pesar de todo, se mantienen intactos, vino acompañado de aquel nerviosismo y cosquilleo que produce la primera vez en cualquier ámbito.
Porque por supuesto, para nada es fácil mostrarse ante los gandallas, ante los burlones o ante los que son los expertos en todo.
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Pero seguramente tampoco frente a un campeón como Erik Morales, quien fungió como el padrino de la mañanera boxística en territorio nezatlenze, y mucho menos frente a la directora, con quien siempre hay que quedar bien.
Guantes, caretas, calzoncillos, zapatillas, réferis, el sitio se ambientó a lo que es box, fue una función de pe a pa, sin limitantes.
Y las gradas, ataviadas entre el azul y el beige, se dispusieron a ser parte del estreno de esta nueva camada de boxeadores, a partir de diez batallas, completadas por tres episodios cada una.
La más llamativa deleitó con el golpe fulminante, incluso el cazador de talentos preguntó si éste ya estaba firmado, porque tiene madera y es bastante recio.
Todos y cada uno de los 20 protagonistas dejaron el alma en el ring, y además tuvieron esa motivación de que fue el mismo Consejo Mundial de Boxeo (CMB) el que se puso con los aditamentos para validar su experiencia entre puños.
Al final, y porque el reconocimiento es alimentador, a la carretada de aplausos y porras para sus favoritos, “El Terrible” y la profesora Verónica Jiménez les agregaron medallas a los participantes, pues vaya que se las ganaron con su gran esfuerzo.
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Y para el noqueador y figura, se escuchó la vacilada a lo lejos, “te van a dejar 40 años”, seguro no, porque para este capítulo, más bien fueron golpes de libertad.
La promesa está dada y en la mesa, Erik “El Terrible” Morales se dará a la tarea de buscar combates inter-penitenciarios.
