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Salvador Trejo
La hermandad que existe entre los exponentes del género regional mexicano quedó de manifiesto recientemente con dos gestos que son dignos de admirarse y mencionarse.
Primero el gran detalle que tuvo Julión Álvarez durante el concierto que ofreció en Zacatecas, donde incluyó en su repertorio el tema 17 años de sus colegas Los Ángeles Azules para mostrar su apoyo a la agrupación de Iztapalapa.
Julión aseguró que es una exageración que se diga que esta canción alienta y normaliza la pedofilia, y más que se metan con el arte, con la cultura y las letras. Y se arrancó a cantar la rola al estilo de él y su Norteño Banda. Bien por el chiapaneco que devuelve así un poco del apoyo que le han mostrado sus colegas por el problema que tiene con el Departamento del Tesoro de los Estados Unidos.
Por otro lado, no puede pasar desapercibido el gran detalle que tuvieron Marco Antonio Solís, El Buki y Lupe Esparza de Bronco, quienes sin hacer aspavientos ni mucho menos saldaron la cuenta millonario que debía la familia del extinto José Manuel Zamacona al hospital donde estuvo internado.
Ni el Buki ni Lupe querían que esto se ventilara, pero al César lo que es del César y se debe de aplaudir que hayan tenido este detalle con la familia de su amigo y compañero que en vida les demostró una gran lealtad y amistad. Lo que hicieron Julión, Marco Antonio y Lupe es digno de admiración.