53 lecturas
Raquel Bigorra
No es lo mismo pasar el cumpleaños de actriz que de conductora. Y lo digo porque lo acabo de vivir. Tantos años al aire en programas de televisión, que ya me había acostumbrado a que los productores me sorprendieran con algo especial. Un video emotivo, regalarte una estrella fugaz, que entre al set la familia de sorpresa… Tengo tantas anécdotas bonitas de mis festejos de cumple al aire, que podría hacer un libro.
Por eso no me puedo quitar la edad, porque en el méndigo pastel siempre me ponen los años.
Ahora fue muy distinto.
Me tocó interpretar a Carmina, la mejor amiga de la protagonista del capítulo “El espejo”, en “Ésta historia me suena”, de Televisa.
Tuve una escena tras otra y hasta la lágrima tuve que soltar, pues es un dramón que no vean. A la amiga le pasa de todo y ahí estaba yo con mis kleenex, tratando de sobreponerme.
Apenas y podía acordarme que era mi cumple. Estaba bien metida en Carmina y la emoción de poder hacer ese personaje, no me dejaba soltarme como buena caribeña para armar la rumba en medio de la producción.
Claro que hubo sorpresa. Pero esta vez orquestada por mi marido y mis amigos. A la hora de la comida me cayeron con pastel y globos, Pato Cabezut, su esposa Aurea, sus hijas, mi niña y mi marido. Aquellas traviesas chiquillas corrían por el jardín de la casa de la locación, que yo creía que nos iban a correr. Pues la producción de Genoveva Martínez, es impecable. ¡A gozar que el mundo se va a acabar! Deja que la vida te sorprenda y no te cierres a nuevos caminos. Es lo que estoy aprendiendo en estos nuevos 47.
¡Feliz cumpleaños a mí!
