9 lecturas
Diego Cedillo
Pareciera que fuese ayer -literalmente- pero hace 29 años en Guadalajara, ocurrió un derrame de combustible en el drenaje, generando exorbitantes explosiones, suceso que motivo la renuncia del gobernador Guillermo Cosío, motivando la “imposición” de Carlos Rivera. Al parecer dicho suceso, no estaría mal volviese a ocurrir, en beneficio de los tapatíos, resulta Enriquito Alfaro, actual gobernador ¡no da una!, ya que dicho estado es el tercero en la lista con más homicidios dolosos en todo el país.
Lamentablemente, haciendo cuentas, aquellas vetustas explosiones generaron entre 230 y 700 muertos, sin embargo, en estos 4 meses Alfaro Ramírez lleva 668. Bajo esta temática es de destacar, el estudio presentado por José Antonio Ortega donde afirma que algunas ciudades mexicanas se encuentran en el top de urbes violentas en el mundo.
Una de estas, es Celaya gobernada Elvira Paniagua, ciudad perteneciente a Guanajuato, al mando de Diego Sinhue Rodríguez. Así como Cajeme, perteneciente al estado de Sonora, bajo el mando de la Gobernadora Claudia Pavlovich.
Es de entender por qué Ricardo Sheffield, ex-titular de la PROFECO (cof, cof para el 2024)
y Alfonso Durazo extitular de seguridad, respectivamente, no podían dejar la querencia hacia su lugar de origen, al percatarse como sus raíces ardían bajo el fuego de la ineptitud e inseguridad. Estimadas y estimados lectores, ¿creen que dichos exfuncionarios puedan con el paquete?, ya veremos dijo el ciego.
POST-IT
Seguramente la Senadora panista, Lilly Téllez en su infancia nunca vio la película de Disney: “Bambi”.
Pues de lo contrario hubiese aprendido la frase de Tambor (el conejo del filme): “Si al hablar no has de agradar, te será mejor callar”. Lo anterior debido a su desafortunado comentario en Twitter al peyorizar a Citlalli Hernández, por su aspecto físico. Lo lamento por los sinaloenses, en tener que soportar otros 3
años a Téllez García como “cenadora”, ante tales escenarios, quizás no estaría pensar en una revocación de mandato para los Senadores ¿o no?