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Juan R. Hernández
Mal y de malas para la entrante administración de Rigoberto Ávila Ordóñez, en Coyoacán, luego de que directores, coordinadores y algunos enlaces de la alcaldía coyoacanense decidieran irse sin firmar sus renuncias a sus cargos.
Trascendió, que ante el tsunami de despidos que se dio en la demarcación, en primera instancia los trabajadores solicitaron al alcalde Ávila Ordóñez, que fueran reubicados en otras áreas y departamentos y así no perder sus derechos laborales.
Sin embargo, ante la negativa y “malos modos”, de los nuevos directivos coyoacanenses, los empleados de la alcaldía decidieron dejar sus puestos de trabajo y esperarán el despido para que se les liquide conforme a la ley.
De acuerdo con los inconformes, quienes pidieron el anonimato por temor a represalias, el alcalde les pidió un informe de las labores que habían desempeñado e incluso visitó sus áreas y secciones.
“Pese a los buenos resultados que entregué, el jueves ya me habían solicitado la renuncia porque mi puesto ya había sido dado a otra persona”, señaló uno de los enlaces directivos.
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