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Una reluciente y fantástica versión que conecta de manera adecuada el pasado con el presente; la nostalgia y los elementos escalofriantes están bien representados
Harry Plus
En 1980 llegaba a la cartelera mundial una película icónica para la historia de la cinematografía, ‘The Shining’ (El Resplandor), cinta dirigida por el mítico Stanley Kubrick, basada en la novela escrita por el maestro del terror y la fantasía, Stephen King (curiosamente, ambos creadores terminaron en descontento con el filme). Dicha producción fue protagonizada por un escalofriante Jack Nicholson y sentó las bases para lo que hoy en día llega a nuestras salas de cine, su secuela ‘Doctor Sleep’ (‘Doctor Sueño’), homónima de la novela de 2013 escrita por el mismo King y que en esta ocasión cuenta en la silla del director con Mike Flanagan (‘The Haunting of Hill House’/Netflix) y como protagonistas, Ewan McGregor, Rebecca Ferguson y Kyliegh Curran.
39 años después llega la continuación de la afamada historia de terror que sucedía en el ‘Hotel Overlook’, en esta ocasión, todo transcurre algunos años después de los acontecimientos vistos en ‘The Shining’, y sigue a ‘Danny Torrance’ (Ewan McGregor), el joven que quedó traumatizado y con problemas de ira y alcoholismo que hacen eco de los conflictos de su padre ‘Jack’. Cuando sus habilidades psíquicas resurgen, se contacta con una niña misteriosa de nombre ‘Abra Stone’, a quien debe rescatar de un grupo de viajeros que se alimentan de los niños que poseen el don de resplandecer.
De entrada, la cinta funciona a la perfección como un enlace sólido entre las novelas escritas por King y lo visto en su cinta predecesora (a tal punto que el mismo autor alaba el trabajo realizado), mantiene los elementos que dotan de fantasía y suspenso a la trama y además se acompaña de la nostalgia que representa ‘The Shining’, pues en todo momento el pasado está en conexión con el presente, creando un ambiente de tensión y misterio digno de apreciar en una sala de cine. Cada aspecto se ha cuidado a detalle para que el espectador se adentre en un viaje alucinante hacía los rincones más ocultos dentro de las pesadillas de nuestro protagonista.
La actuación de Ewan cumple con creces, denota de inmediato su experiencia y su recorrido a lo largo de los años en Hollywood, pues ha sabido incorporarse de manera correcta dentro de este universo, logrando empaparse de los problemas que han poseído al pequeño (o no tan pequeño) ‘Danny’, creando una versión madura y acertada sobre su personaje. Por otro lado, la pequeña Kyliegh también ha logrado adaptarse de forma pura, inocente y brutal a su papel, pues la exploración que tiene para con sus poderes, a pesar de su corta edad, la enriquecen para generar más proyección, algo que se planteaba difícil de lograr.
Apartado especial para la sonorización de la película, pues cada tonada y elemento auditivo está utilizado de manera magistral para que el público se sienta inmerso dentro de la historia y las escenas, algo que ya tiene bien estudiado el director Flanagan, por su labor hecha en la serie de terror de Netflix, antes mencionada. La dirección está a la altura de la expectativa. Fans y no fans del universo de Stephen King, saldrán satisfechos y con un buen sabor de boca.
Uno de los grandes factores que juegan en su contra es el de su duración, que si bien es importante por el tipo y nivel de escenas que se van desarrollando, el devenir de la trama se vuelve un poco cansada hacia su final, ya que los elementos importantes (los poderes, el pasado de Danny y la lucha final), se vuelven un poco reiterativos y se convierte en un alargue innecesario para el cierre de la historia, perfectamente se podrían omitir ciertas acciones o diálogos para acelerar el proceso de su desenlace, que dicho sea de paso, también le resta a la ecuación final, ya que los resolutivos encontrados carecen de la emoción o impacto deseado, generando una sensación de extrañeza y desasosiego en el espectador.
Además, el apartado de los antagonistas juega un rol importante, ya que su construcción plantea un elemento sumamente difícil de superar, problemática que se palpa y que genera incertidumbre, pero desafortunadamente por el ritmo de la cinta, este rubro queda destrozado y da paso a unas transiciones sumamente flojas y burdas, ya que al final de cuentas, los villanos no estuvieron a la altura de las circunstancias y dejan mucho que desear con su final. Los elementos internos y psicológicos del personaje de Ewan, resultan un factor más determinante para el futuro de la historia.
‘Doctor Sleep’ es una buena secuela que hace justicia al universo ficticio del genio del terror Stephen King, pues utilizando toques personales, logra crear una armonía idónea para hilar los elementos del pasado con los del presente, permitiendo conservar los elementos fundamentales de sus versiones impresas, algo que solamente enriquece lo realizado en esta nueva adaptación cinematográfica.
