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A quien sí le entró miedo, es a la alcaldesa de Tlalpan, Patricia Aceves, que hasta para recorrer la explanada de su alcaldía tiene que salir con dos policías vestidos de civil que fungen como sus escoltas.
Pero además, por instrucciones del director de Seguridad Ciudadana, los policías uniformados tienen la instrucción de hacer un perímetro de seguridad a su alrededor.
Para ello, más de 20 policías se instalan en las esquinas y calles por donde va a pasar la alcaldesa, y ni se diga la camioneta con 10 agentes que se instala a una cuadra de su casa. Ya ni la jefa de Gobierno está tan custodiada, pero así se las gasta la morenista.
Además, la señora alcaldesa se presentó al Congreso de la Ciudad de México para pedir un incremento de presupuesto para el próximo año, de 2.4%, cuando en la sesión de Concejo donde se tenía que aprobar dicho paquete económico, no fue legal porque no había quórum, es decir, se tenía que aprobar por mayoría simple y sólo había cuatro de los seis concejales.
A todas luces, Patricia Aceves se fue por la libre y por sus pistolas dijo que ese es el presupuesto que requiere para el próximo año, sobre todo para acabar con el problema de inseguridad que tanto daño ha hecho a las mujeres de Tlalpan.
