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LA RENUNCIA DEL EXPRESIDENTE nacional del PAN, Manuel de Jesús Espino Barrientos, a la Secretaría de Gobierno de Naucalpan, para nada fue sorpresa. El movimiento estaba presupuestado, su nombramiento en la alcaldía que encabeza Patricia Durán Reveles, (quien se dice es su pareja sentimental) se sabía era pasajero, era inocente pensar que a Espino le llenaba esa posición.
Las reuniones que había sostenido con Andrés Manuel López Obrador, cuando éste buscaba la presidencia de la Republica, fueron constantes; después del triunfo, solo era cuestión de tiempo para que se hiciera oficial su incorporación Gobierno federal.
Al menos así se pudo interpretar en la misiva que le hizo llegar Espino a Durán Reveles el 18 de septiembre, en la que menciona “Usted es testigo de que ya una vez él (López Obrador) me pidió incorporarme a su administración sexenal y conoce los motivos por los que decliné aquel amable ofrecimiento. Esta vez consideré que no debía rechazar la invitación del Presidente de México para formar parte de su equipo. Acepté con gratitud y con el mayor compromiso de mi parte para ayudarle a hacer realidad la Cuarta Transformación que es la causa final de su Gobierno”
Espino deja Naucalpan, pero también hay que ser claro, la alcaldesa es Patricia Durán, la responsable de llevar a buen puerto el Gobierno de Naucalpan, es ella. La mayoría de los reflectores en estos nueve meses del Gobierno municipal los tuvo Espino, por lo que fue y representaba políticamente hablando, pero ahora será importante observar cómo capitaliza Durán esos mismos reflectores.
LA DE HOY: ¿Cuál es la nueva “pifia” de Ruth Olvera Nieto, alcaldesa de Atizapán de Zaragoza? AUN HAY MÁS.