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Hace unos días, en las instalaciones del Canal de Tv del Congreso de la Ciudad de México, hizo su aparición un personaje famoso en la pantalla chica durante prácticamente toda la última legislatura de la otrora Asamblea Legislativa, cuando los pesos pesados marcaban el ritmo, usando los colores amarillo y negro.
Cercano siempre a la delegación, ahora alcaldía Álvaro Obregón, César Aldama llegó, primero, a la Oficialía Mayor, con ayuda de su cuate el exsecretario técnico de la morenista, Guadalupe Morales, el Maestro Alfonso Vega González, y ahora titular de esa área, pero luego le dieron la orden de presentarse al canal a desalojar el inmueble y resguardar el mobiliario.
Lo que nadie se explica y, menos los grupos morenistas, es cómo permitieron la llegada de dos personajes muy cercanos y que aún traen el tufo amarillo y negro de los aires que llegan de la alcaldía Álvaro Obregón.
César Aldama, personaje infiltrado en las huestes morenistas, ha sido también cercano a Humberto Morgan Colón, personalidad que, con los colores del PRI, PAN y PRD se desempeñó en distintas etapas como asambleísta, funcionario de la delegación Álvaro Obregón, fue responsable del Programa de integración y educación alternativa de la Secretaría de educación del Distrito Federal, además de ser coordinador de asesores de la Secretaría de Movilidad del Gobierno de la CDMX con Miguel Ángel Mancera. Cuentan que la llegada de ambos personajes no fue muy bien recibida por la mayoría de Morena.
EL que ya se metió en una bronca, es el diputado Nazario Sánchez, pues desde el 19 de septiembre el diputado de Morena notificó haber enviado al Instituto Electoral de la Ciudad de México 38 cajas con 56,184 folios, para realizar el análisis, verificación y procedencia de las firmas que respaldan la iniciativa ciudadana de Ley Chambeando Ando. Pero cuál fue la sorpresa que al IECDMX no ha llegado nada.
