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En el escenario actual, los funcionarios chinos aún deben dar señales claras de que continuarán las negociaciones con EU este mes.

China se prepara ante la ‘turbulencia económica’

En el escenario actual, los funcionarios chinos aún deben dar señales claras de que continuarán las negociaciones con EU este mes.
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China hizo caso omiso de la última escalada en la guerra arancelaria con el presidente estadounidense Donald Trump, y los medios estatales indicaron que el Gobierno está listo para resistir la turbulencia económica, ya que no se vislumbra ningún progreso para resolver el enfrentamiento.

Las editoriales y comentarios desde que el Gobierno de Trump impuso aranceles sobre aproximadamente 110 mil millones de dólares en importaciones chinas el domingo se han enfocado en el impacto que las últimas alzas en los productos producidos en China tendrán en los consumidores estadounidenses.

El domingo por la noche, el consejo del Estado, o el gabinete, emitió una declaración prometiendo aumentar el apoyo económico si era necesario.

Los funcionarios chinos todavía tienen que dar una señal clara de que tienen la intención de llevar a cabo negociaciones en Washington este mes, una reunión que se planeó antes de la última ronda de medidas de “ojo por ojo”. Pocos centímetros de columnas en los medios fueron dedicados a la guerra comercial este lunes, y había poca evidencia de un cambio de postura.

“Es tiempo de que la administración de Estados Unidos reconsidere sus movimientos mal pensados contra China”, argumentó un editorial en el China Daily. “Trabajar para asegurar un acuerdo comercial sería un enfoque más fructífero”.

El 15 por ciento de impuestos estadounidenses afectan los bienes de consumo, desde calzado y ropa, hasta textiles para el hogar y ciertos productos tecnológicos como el Apple Watch.

Un lote separado de aproximadamente 160 mil millones de dólares en productos chinos -incluyendo laptops y teléfonos móviles- se verá afectado con aranceles del 15 por ciento el 15 de diciembre. El presidente Donald Trump retrasó parte de los impuestos para mitigar el impacto en las compras navideñas.

Los inversionistas buscaron la seguridad del yen, que subió frente al dólar a medida que los mercados de divisas se abrieron para negociar.

Las acciones asiáticas cayeron con los futuros de renta viable de EU luego de que se aplicaron los aranceles, a pesar de que las medidas habían sido ampliamente anticipadas. Los futuros del S&P 500 abrieron 1 por ciento a la baja antes de reducir las pérdidas, y los contratos del Tesoro avanzaron.

Los nuevos aranceles impuestos durante el fin de semana son “un punto de inflexión en la guerra comercial” con EU, escribió el domingo por la noche un editorial del Partido Comunista en el Global Times. El informe indicó que los aranceles sobre los productos diarios afectarán directamente a los consumidores estadounidenses, y también mostró que Washington está casi al final de su ingenio.

“La economía de EU no puede mantener su prosperidad superficial y se está enfrentando a un mayor riesgo de declive”, apuntó el editorial. “La administración de Trump ha disparado a los estadounidenses en el pie. Cuantos más y más estadounidenses sientan el dolor, tal vez sea hora de que Washington recupere la racionalidad”.

Mientras que la administración de Trump ha descartado la preocupación por una guerra comercial, los grupos empresariales están pidiendo una tregua arancelaria y la reanudación de las negociaciones entre las dos economías más grandes del mundo.

Las conversaciones entre negociadores chinos y estadounidenses programadas para septiembre en Washington aún continúan, comentó Trump a periodistas el domingo después de regresar de Camp David.

“Estamos hablando con China, la reunión aún está en marcha”, señaló Trump. El presidente repitió la afirmación de que China, no Estados Unidos, está “pagando” los aranceles, y dijo que los pagos de los agricultores afectados por las represalias de Beijing sobre los productos agrícolas estadounidenses se están haciendo por parte del gobierno federal.

“No podemos permitir que China nos estafe más”, agregó Trump.

China ha denunciado repetidamente las tácticas de presión de EU, con señales de que sus funcionarios se están preparando para una confrontación prolongada.

“La determinación de China de luchar contra el belicismo económico de EU solo se ha fortalecido, y sus contramedidas son más resueltas, medidas y específicas”, según un comentario de la agencia oficial de noticias Xinhua, luego de que se aplicaron los aranceles.

Si bien Trump ha dicho en repetidas ocasiones que China está pagando los aranceles, muchas empresas y economistas señalan que los importadores de EU asumen el costo, y parte de esto se transfiere a los consumidores.

La Oficina de Presupuesto del Congreso no partidista proyectó en agosto que para 2020 los aranceles y la guerra comercial de Trump reducirán el nivel del PIB real de EU en aproximadamente 0.3 por ciento, y reducirán el ingreso real promedio de los hogares en 580 dólares.

Eso siguió a una nota de JPMorgan Chase & Co a sus clientes que estima que la última ronda de tarifas aumentará el costo promedio por hogar de EU a mil dólares al año, en comparación con los 600 dólares anteriores, por los aranceles promulgados el año pasado. Esta estimación está en el rango bajo porque se basó en una tasa arancelaria del 10 por ciento antes de que Trump la aumentara al 15 por ciento.

Los aranceles también están perjudicando a la economía mundial. El Fondo Monetario Internacional (FMI) redujo en julio aún más su perspectiva de crecimiento mundial, que ya era la más baja desde la crisis financiera, en medio de la incertidumbre del conflicto comercial.

Las represalias de China entraron en vigencia a partir de las 12:01 horas del domingo en Beijing, con aranceles más altos que se implementaron por etapas en un total de aproximadamente 75 mil millones de bienes estadounidenses. Su lista de objetivos ataca al corazón del apoyo político de Trump: fábricas y granjas en todo el medio oeste y el sur en un momento en que la economía de EU muestra signos de desaceleración.

Los aranceles chinos más altos que entraron en vigencia el 1 de septiembre incluyen 10 por ciento adicional sobre el cerdo, la carne de res y el pollo estadounidenses, y varios otros productos agrícolas, mientras que la soya se verá afectada con un arancel adicional del 5 por ciento, además del 25 por ciento existente.

A partir de mediados de diciembre, el trigo, el sorgo y el algodón estadounidenses también recibirán un arancel adicional del 10 por ciento. Si bien China impuso un nuevo gravamen del 5 por ciento sobre el crudo estadounidense a partir de septiembre, no hubo una tarifa para el gas natural licuado.

La reanudación de un arancel adicional suspendido del 25 por ciento sobre los automóviles estadounidenses se reanudará el 15 de diciembre, con otro 10 por ciento más para algunos vehículos. Tomando en cuenta los aranceles generales existentes sobre los automóviles, el arancel total cobrado a los automóviles fabricados en EU sería de hasta el 50 por ciento.

Gary Shapiro, presidente de la Asociación de Tecnología del Consumidor, indicó que el enfoque de la administración de Trump de utilizar aranceles para presionar a China a un acuerdo ha fracasado.

“Las compañías de EU tienen que gastar más recursos en cambiar constantemente las reglas comerciales y menos en innovación, nuevos productos y nuestra salud económica”, afirmó Shapiro. “No es así como se llega a un acuerdo comercial significativo”.

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