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En la Ciudad de México circulan a diario 29.5 millones de automóviles particulares, quienes en algún momento están involucrados en uno de los más de 246 mil incidentes viales que se registran al año en las calles de la capital.
De esos 246 mil accidentes de tránsito, 129 mil 218 corresponden a choques sin lesionados, pero en más de 60 mil 764 casos hay un lesionado. Pero pasan administraciones y llegan nuevos diputados al ahora Congreso de la capital, quienes se enfrentan a los nuevos modos de transporte y no entienden que las necesidades de movilidad y espacio en las calles son muy distintas.
En la alcaldía de Iztapalapa, se registra el mayor número de incidentes viales con un total de 40 mil 455 al año, le sigue Gustavo A. Madero con casi 25 mil casos, Cuauhtémoc 24 mil 761, Miguel Hidalgo, Coyoacán y Benito Juárez completan la lista.
Desde la extinta Asamblea Legislativa del Distrito Federal, los diputados locales no han entendido que la seguridad vial es un concepto que reúne los más elementales procesos de movilidad, siempre respetando al peatón, y dando prioridad a la educación y cultura vial que bien podría ser incluida en el programa de estudios desde el nivel básico.
Con la llegada de los modos de transporte alternativos -llámese bicicletas, monopatines eléctricos y hasta automóviles híbridos e impulsados por energía eléctrica-, los diputados y funcionarios de todos los niveles no han entendido que la necesidad de movilidad en la Ciudad es urgente tomar en cuenta y por fin subir a la discusión el marco jurídico que establezca los parámetros de una seguridad vial completa.
Donde andan muy incómodos, es en el grupo parlamentario de Morena, pues por fin una de sus integrantes, la diputada Guadalupe Aguilar Solache, alzó la voz y reconoció el momento crítico que pasa la capital en el tema de inseguridad y tomó la bandera de defensora de las mujeres, niñas y niños que han sido agredidos sexualmente y dijo que dará la batalla para defender a las víctimas de ese delito. Vaya que hace falta una verdadera Cuarta Transformación.