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El descontento de la comunidad en el municipio de Nicolás Romero se torna preocupante, los avances en materia de seguridad, son nulos y el crecimiento de grupos delincuenciales es evidente. Los robos y secuestros han ido en aumento, mientras el alcalde, Armando Navarrete, se muestra pasivo ante la situación.
Nicolás Romero, uno de los tantos municipios que ganó Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) en las pasadas elecciones, no muestra avances en ningún renglón; a eso hay que aunarle la molestia de trabajadores que han sido despedidos sin causa aparente, negándoles su liquidación conforme a la ley.
Pareciera que el alcalde apuesta a que la imagen de AMLO lo sacará del atolladero en que se han metido, como la integración de su gabinete, el cual, a decir de los que saben, fue conformado por gente ajena al municipio, que se volvieron moneda de cambio para cumplir compromisos monetarios contraídos en campaña.
Directores incapaces de llevar a buen puerto los compromisos que hizo Navarrete es lo de hoy. Sin duda, se le avecina un problema de grandes dimensiones a Morena en la localidad, ya que todo parece indicar que al menos en Nicolás Romero, el Gobierno de ese partido será debut y despedida.
LA DE HOY: En Naucalpan las acusaciones en contra del tesorero municipal, Leopoldo Corona, van en aumento, los señalamientos de corrupción en su corta gestión son espeluznantes. Los entres para programar pagos y asignar obras continúan. Al parecer la alcaldesa Patricia Durán, como siempre sucede, es la última en enterarse. Proveedores exigen su intervención, para frenar la corrupción que prevalece en esa área. ¿Y la Cuarta Transformación?
