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Apachurro, señora bonita. Pasó el Día Internacional de la Mujer, pero siempre hay que apoyarnos, aplaudir nuestras batallas como género; aunque todavía falta mucho por hacer, es importante reconocer nuestros logros, así que a celebrar, a dar, a crear, a sanar, a fluir. Acá esta columna dedicada a las mujeres de mi vida.
Magda Rodríguez, mejor conocida en el bajo mundo como Magda Producer, ¿por qué la admiro? Es una mujer fuerte, trabajadora, leal, un poco loca, en tres ocasiones me ha puesto “en mi madre”, literalmente: una vez a los 7 años en Disney, otra a las 18, cuando me escapé en Italia; y la última a los 21, cuando peleé con mi tía Andrea Rodríguez, que por cierto es otra de las mujeres de mi vida. De ella admiro siempre el amor y servicio por los demás.
Magda me ha enseñado que todo lo que deseas con trabajo se puede hacer realidad; afrontar las cosas, las batallas que se pueden ceder y las que se tiene que pelear, pero sobre todo a nunca abandonar mis sueños.
Otra mujer que me ha enseñado mucho este año es Yalitza Aparicio. “Si puedo imaginarlo, puedo lograrlo”, es el mensaje que compartió la nominada al Oscar en Plaza Sésamo al personaje de Abby Cadabbi. Le dijo: “Si puedes imaginarlo puedes lograrlo”. Gracias a ella ya nada es imposible, cualquier designio de Dios va más allá de las posibilidades y arquetipos. Gracias, Yalitza, por poner a todo un país en otro contexto que nunca habíamos imaginado, abrir el debate sobre temas tan importantes como el racismo y clasismo, que ni deberían de existir.
Daniela Romo en Hello Dolly!, qué belleza ver a esta mujer en el escenario: cómo baila, canta y la gracia que tiene, además de la química con Jesús Ochoa. Cuenta que todas las Dollys han tenido que bailar con el pie izquierdo, a ella le costó mucho trabajo realizar los pasos y vaya que lo logró anteayer, 122 representaciones y se presentará en toda la Semana Santa. Lo mejor que le ha pasado es que Silvia Pinal se subiera al escenario y le dijera cosas bonitas de su personaje; Daniela se sonroja al recordarlo.
Moraleja: todavía nos falta mucho por hacer, pero empezamos por reconocernos. Este consejo te doy porque tu amiga Escalona soy.
PD: No mientan por convivir.
