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El jueves Toluca vivió una jornada marcada por el contraste: mientras un grupo de vecinos de Tultitlán reclamaba a la Fiscalía, otro reconocía avances del gobierno
REDACCIÓN
GRUPO CANTÓN
La comunidad de la colonia Fimesa, del municipio de Tultitlán, volvió a levantar la voz. Ayer, desde muy temprano, decenas de vecinas y vecinos se concentraron frente a la Fiscalía General de Justicia del Estado de México, en Toluca, para denunciar que las carpetas por despojo, corrupción y abuso de autoridad continúan sin avances reales.
Con documentos en mano y visible molestia, exigieron que las autoridades les den respuestas claras sobre las 93 investigaciones abiertas contra exfuncionarios de Tultitlán. “Sentimos que nos dejaron solos; es como si nuestra vida entera estuviera detenida en un archivero”, lamentó Aurora, habitante de la zona desde hace dos décadas.
Mientras esa protesta avanzaba, otro grupo tomó rumbo distinto: se presentó en Palacio de Gobierno para agradecer a la administración de la gobernadora Delfina Gómez los pasos dados hacia la escrituración de los predios. Ese proceso, frenado por años, ha generado incertidumbre en cientos de familias que han vivido sin un título que acredite legalmente su propiedad.
“Al fin se está moviendo algo. No es un regalo, es nuestro derecho”, explicó Miguel Estrada, quien aseguró que, aunque la colonia está dividida, todos buscan certeza jurídica.
La división se acentuó tras la denuncia de varios colonos por el presunto despojo de 30 viviendas y la modificación unilateral del nombre de la colonia y sus calles. El abogado Iván Fuentes, quien representa legalmente a los afectados, recordó que ese cambio provocó amparos y reclamos ante diversas instancias. “No puede imponerse una nueva identidad borrando la historia de una comunidad entera. Aquí hubo decisiones tomadas sin consultar a nadie”, dijo.
Entre los asistentes predominó la indignación. Vecinos señalaron que, más allá de las posturas políticas, lo que está en juego es su patrimonio.
La movilización transcurrió sin incidentes, aunque elementos de seguridad limitaron el paso de parte de los contingentes al primer cuadro de Toluca. Para la mayoría de los residentes, esa medida fue un recordatorio de que su demanda sigue siendo incómoda.
