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- Persiste violencia estructural contra los estudiantes
- Reafirma Claudia su compromiso de no repetir crímenes de Estado
- Ofrece el gobierno disculpa pública a las víctimas de Tlatelolco
Juan R. Hernández
Ciudad de México.- El movimiento estudiantil de 1968 marcó un parteaguas en la historia de México y su legado sigue presente más de medio siglo después, afirmó en entrevista con Diario BASTA! el doctor en Ciencia Política por la UNAM, Hugo Luis Sánchez Gudiño, quien subrayó que “el 68 es una fecha que marca un antes y un después, sobre todo en lo que tiene que ver con las libertades y con el modelo democrático que actualmente vivimos”.
A 57 años de la represión contra estudiantes, Sánchez Gudiño señaló que gran parte de las demandas de aquel movimiento se han cumplido, aunque otras persisten como recordatorio de que los jóvenes siguen siendo un sector vulnerable frente a la violencia.
“Antes eran los aparatos represivos del gobierno los que atentaban contra los estudiantes; hoy, lo que ocurrió en Ayotzinapa nos recuerda que la delincuencia organizada es la que amenaza a los movimientos juveniles”, explicó el académico de la FES Aragón.

Destacó que, pese a las adversidades, los frutos de la lucha del 68 se reflejan en el México contemporáneo. Libertades como la participación democrática, la movilización social y la mayor apertura política son, en su opinión, conquistas derivadas de aquella gesta. “Los cambios se han materializado en los gobiernos recientes, sobre todo en lo que tiene que ver con la libertad y la participación ciudadana. Esa lucha tuvo sus frutos”, sostuvo.
Al ser cuestionado sobre la vigencia de su conmemoración, el politólogo fue contundente: “La razón es la memoria histórica. El 68 abre las puertas para que México fuera un país más democrático, como actualmente lo percibimos y vivimos buena parte de la ciudada-nía”.
Con ello, insistió en que recordar aquel movimiento no solo honra a quienes lo protagoniza-ron, sino que también fortalece la conciencia colectiva de las nuevas generaciones.
2 de octubre no se olvida
En este marco, la presidenta Claudia Sheinbaum reafirmó el compromiso de su gobierno con la no repetición de crímenes de Estado, al recordar la masacre de Tlatelolco y el decreto que la reconoce como crimen de lesa humanidad.
“2 de octubre no se olvida”, citó al Diario Oficial, donde el Estado mexicano admite responsabilidad política por la represión que dejó más de 300 muertos. El acuerdo instruyó una disculpa pública y garantiza que no se repitan actos de represión, tortura ni uso de fuerzas armadas contra civiles.
“En mi calidad de comandanta suprema de las Fuerzas Armadas, asumo el compromiso solemne (…) de que sus estructuras y elementos nunca más sean utilizados para atacar o reprimir al pueblo de México”, citó. Sheinbaum expresó solidaridad con víctimas, familiares y presos políticos, y aseguró diálogo con Gobernación para implementar el decreto.
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