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El gobierno de Metepec es acusado de priorizar labores ornamentales sobre la protección ambiental y la seguridad vecinal, vecinos reprochan la tala de sauces
Redacción
Grupo Cantón
Bajo la gestión de Fernando Flores Fernández, el municipio de Metepec enfrenta crecientes críticas por obras de “relumbrón” que han sacrificado el patrimonio natural y desatendido la seguridad y necesidades de los vecinos. Señalado en escándalos de presunto conflicto de interés, adjudicaciones directas y desvío de recursos, el edil ha priorizado proyectos ornamentales sobre planificación ambiental y social.
Vecinos han denunciado la tala de sauces llorones en San Lucas Tunco árboles que regulaban temperatura, absorbían agua y eran parte de la identidad local.
“Nos ponen concreto donde había vida”, lamentan, mientras el calor urbano se intensifica, la calidad del aire disminuye y se crean zonas vulnerables a inundaciones. La fauna local también ha sufrido alteraciones significativas.

Las obras que reemplazan estos espacios plazas duras, vialidades ampliadas y estructuras ornamentales son consideradas “relumbrón político”, ejecutadas sin consulta ciudadana ni estudios de impacto ambiental.
Organizaciones ambientalistas exigen la elaboración de un atlas vegetal actualizado y reforestación con especies nativas, recordando que las jornadas de plantación previas no cumplieron metas ni garantizaron mantenimiento.

Paralelamente, la seguridad pública enfrenta críticas por improvisación. En San Miguel Totocuitlapilco y La Virgen, se reportan robos, vandalismo y escasa presencia policial. La tala de árboles ha eliminado barreras naturales y aumentado la sensación de abandono, agravando la percepción de inseguridad.
Los vecinos cuestionan la prioridad de la administración: mientras se gastan millones en proyectos de relumbrón, calles y servicios básicos permanecen deteriorados, y la voz de la comunidad es ignorada.
La exigencia ciudadana es contundente: detener la destrucción del patrimonio natural, garantizar seguridad con enfoque territorial y planificar obras que respeten el entorno. “No queremos más cemento, queremos árboles, sombra y comunidad”, concluyen, en un llamado urgente a restaurar el equilibrio ecológico y social de Metepec.
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