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Familiares de reclusos bloquearon por 5 horas la autopista México-Puebla para denunciar una red de extorsión desde los penales; Chiconautla y Molino de Flores
REDACCIÓN
GRUPO CANTÓN
Lo que comenzó como una protesta pacífica se convirtió en un caos vial de cinco horas que dejó al descubierto las entrañas podridas del sistema penitenciario mexiquense.
Cientos de familiares de internos tomaron la autopista México-Puebla para denunciar lo que todos saben, pero nadie detiene: una red de extorsión que opera con impunidad desde los penales de Chiconautla y Molino de Flores.
Entre consignas y pancartas, dos nombres resonaron una y otra vez: Bryan Rivas Fuentes, alias “El Panque”, y Fabián Alejandro Velázquez Torres, “El Adrián”.
Según los manifestantes, estos reclusos controlan un sistema de cobros ilegales que se extiende como mancha de aceite, con la complicidad de custodios y directivos. “Pagamos o nuestros hijos sufren las consecuencias”, gritó una madre con la voz quebrada por el llanto.

Don Ignacio, padre de un interno en Chiconautla, reveló el modus operandi: “Son $500 semanales por ‘protección’. Si no pagas, te llaman para decirte que tu hijo ‘se cayó en la regadera'”.
La indignación crecía entre los atorados en el embotellamiento. “¿Hasta cuándo?”, preguntaba un conductor mientras revisaba su reloj por décima vez.
Mientras la autopista colapsaba, otro grupo se manifestaba frente al penal de Molino de Flores en Texcoco. Allí, las acusaciones eran idénticas: funcionarios que hacen la vista gorda a cambio de su tajada. “Los directores tienen los números de cuenta de los reos”, aseguró un manifestante mostrando supuestas pruebas.
Las autoridades brillaron por su ausencia durante las protestas. Solo hasta que los manifestantes despejaron la vía no sin antes advertir que volverían con más fuerza aparecieron versiones oficiales minimizando los hechos.
Mientras, en redes sociales crece el hashtag #EdomexCarcelDeCorruptos, reflejando el hartazgo social.
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