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La tormenta de inicio de semana convirtió avenidas en ríos, autos flotantes y ciudadanos exigiendo que el gobierno municipal deje de tapar el sol con el dedo.
REDACCIÓN
GRUPO CANTÓN
La fuerte tormenta registrada durante el lunes volvió a poner en evidencia la vulnerabilidad de Tlalnepantla ante la temporada de lluvias. Varias vialidades colapsaron bajo el agua, decenas de vehículos quedaron varados y se vivieron escenas dramáticas de rescate en calles que, una vez más, se transformaron en auténticos ríos.
Los puntos más críticos se ubicaron en el Periférico Norte y la avenida Gustavo Baz, donde el nivel del agua superó los 50 centímetros, bloqueando completamente el tránsito. En Valle Dorado, una camioneta quedó semi sumergida, obligando a que elementos de seguridad pública intervinieran para rescatar a su conductor.
“Fue como ver una película de desastres, pero en vivo”, relató Laura Méndez, vecina que atestiguó el operativo de emergencia.
Una de las situaciones más delicadas ocurrió en la calle Filiberto Gómez, en pleno centro de Tlalnepantla. Allí, bomberos y personal de Protección Civil rescataron a dos adultos mayores atrapados dentro de un vehículo, uno de ellos con movilidad reducida.
Las imágenes de los uniformados cargando a los afectados entre agua lodosa circularon ampliamente en redes sociales y evidenciaron la intensidad de la emergencia.
En la unidad habitacional El Rosario, los vecinos amanecieron rodeados de agua. Las calles se convirtieron en lagunas y muchos hogares se vieron parcialmente anegados. “Llevamos años pidiendo que limpien las coladeras, pero nadie hace caso. Sólo vienen cuando ya estamos inundados”, reclamó Juan Carlos Ortega, habitante de la zona, visiblemente molesto por la falta de prevención.
Protección Civil informó que en zonas como Tequexquinahuac se realizaron trabajos de desazolve que permitieron restablecer parcialmente la circulación en algunos tramos de Gustavo Baz.
No obstante, los efectos de la tormenta se extendieron a municipios vecinos como Cuautitlán Izcalli y la zona de los Volcanes, donde fuertes vientos derribaron ramas y árboles, bloqueando calles secundarias. Aunque no se registraron víctimas mortales ni heridos graves, el saldo incluye múltiples daños materiales, vehículos averiados y la reiterada frustración de la ciudadanía ante una problemática que se repite año con año.
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