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Por Ana María Vázquez
Durante el fin de semana se tuvo noticia de las redadas en Los Ángeles (considerada ciudad santuario) y Texas, que provocaron una ola de protestas por parte de la comunidad hispana en los Estados Unidos. Las redes se llenaron de transmisiones en tiempo real en las que se veían enfrentamientos entre civiles y las fuerzas del orden; barricadas, un auto y una tienda incendiados, drones, gases lacrimógenos, balas de goma y multitud de denuncias por uso excesivo de la fuerza.
El sábado pasado, los enfrentamientos intermitentes duraron más de 12 horas, el cónsul de México en los Ángeles, Carlos Gutiérrez declaró que serían al menos 50 detenidos, todos mexica-nos, aunque hay reportes de que las detenciones también son de otros países, todos hispanos.
La política de Trump no es diferente de las que han implementado sus antecesores: represión, masacres, redadas, enjaulamientos, separación de familias y más represión; ésta, quizá más estridente que otras, pero no por ello menos represiva y nada les ha resultado, la gente sigue llegando y lo seguirá haciendo aunque Estados Unidos esté técnicamente en quiebra, aunque tengan que arriesgar su vida para cruzar “al otro lado”, aunque los sueldos sean menores que el resto de la población, el ”sueño americano” sigue ahí porque a un pobre de la sierra, del campo seco por las gran-des industrias, la amenaza del reclutamiento por el crimen organizado o la violencia misma provocada por éste siguen también ahí.
Más de 39 millones de mexicanos están instalados en el sistema productivo norte-americano y son, paradójicamente, los que más apuntalan la economía del país vecino.
Una posible solución para el problema la planteó el expresidente López Obrador cuando propuso apoyos para el crecimiento en América Latina para evitar que los países siguieran expulsando a sus ciudadanos, pero esto es a todas luces contrario al pensamiento de Trump, fiel a la política del garrote y represión. Ojalá que no se le salga de control como sucedió en los años 80 con las comunidades afrodescendientes.
La comunidad latina organizada ha distribuido un enlace para que se vean, en tiempo real los condados en los que ICE está haciendo redadas y ya se alistan para darles batalla. La lucha sigue y seguirá mientras las políticas sigan siendo las mismas.
