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El Ojo de Agua de Almoloya de Juárez enfrenta una crisis ambiental causada por prácticas turísticas indebidas como lanzar monedas y alimentar a los peces con comida procesada
REDACCIÓN, GRUPO CANTÓN
Edomex.- El equilibrio natural del Ojo de Agua de Almoloya de Juárez, está cada vez más amenazado por prácticas que, aunque envueltas en tradición, están dejando una huella destructiva. Lanzar monedas al agua como símbolo de buena fortuna o alimentar a los peces con sobras de comida, se ha convertido en una costumbre peligrosa que hoy pone en riesgo este emblemático cuerpo de agua.
El lugar, que históricamente ha sido un punto de encuentro y devoción, enfrenta una degradación silenciosa. Aunque existen avisos que prohíben estas acciones, muchos visitantes insisten en lanzar centavos al fondo del manantial, sin reparar en que esas monedas, al oxidarse, bloquean los veneros naturales por donde brota el agua.
Aún más dañina resulta la práctica de alimentar a los peces con pan, frituras o incluso tortillas. Este alimento no forma parte de su dieta natural y, al no ser consumido en su totalidad, se descompone, alterando la composición química del agua. A esto se suman residuos de envases de plástico, unicel y botellas, que flotan en la superficie como prueba de la desconexión entre el respeto ambiental y el acto turístico.
El ecosistema aún muestra signos de resistencia, los peces siguen nadando y algunas plantas acuáticas prosperan, los daños acumulados podrían volverse irreversibles si no se toman medidas inmediatas en un venero rodeado de vegetación, con un color turquesa que invita a la contemplación.
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