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El pesar colectivo se mezcló con una especie de gratitud luminosa hacia el papa Jesuita, la noticia de su muerte provocó una herida en las Iglesias del estado
REDACCIÓN, GRUPO CANTÓN
EdomeX.- Bajo un cielo silencioso y el eco triste de las campanas, la comunidad católica mexiquense se unió este lunes en una muestra de profunda fe y dolor para despedir al Papa Francisco, cuya muerte ha dejado un vacío hondo en el corazón de los creyentes.
Desde temprana hora, la Catedral de Toluca se convirtió en el refugio espiritual de cientos de fieles que, con velas encendidas, flores frescas y oraciones susurradas, se congregaron no solo a despedir a un pontífice, sino a rendir tributo al hombre que les enseñó a vivir el Evangelio con sencillez, compasión y humildad.
Aquel que fue llamado el “Papa de los pobres” y que llegó a los rincones más olvidados con palabras de esperanza, fue recordado por los mexiquenses con el mismo amor con el que lo recibieron en su visita a México en 2016.
Su andar sereno, su voz pausada y sus gestos desbordados de cercanía fueron traídos nuevamente al presente por quienes, entre lágrimas, se arrodillaron frente a su imagen colocada en el atrio del templo.
“No podía quedarme en casa sabiendo que nuestro Papa se nos ha ido. Sentí que tenía que venir a darle las gracias por su ejemplo de amor y entrega”, murmuró una mujer entre sollozos, luego de encender una vela frente a su retrato.
Durante la misa celebrada a las 9 de la mañana por monseñor Guillermo Fernández Orozco, el ambiente dentro de la catedral fue de recogimiento total.
En su homilía, el obispo destacó la figura de Francisco como la de un pastor que nunca se apartó del pueblo, que caminó con los que sufren y que alzó la voz contra las injusticias del mundo hasta su último aliento.
Como parte del homenaje, las campanas de la catedral repicaron con solemnidad católica, durante quince minutos seguidos, marcando no solo un anuncio de luto, sino también un llamado a la oración y la reflexión.
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