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La aspirante a ministra del máximo tribunal del país, inició su campaña electoral el pasado 30 de marzo en un evento con gente cercana y conocidos
REDACCIÓN, GRUPO CANTÓN
Ciudad d México.- La titular de la Fiscalía Especializada en materia de Derechos Humanos (FEMDH) de la Fiscalía General de la República (FGR), Irene Herrerías Guerra, es candidata a un puesto como ministra de la Suprema corte de Justicia de la Nación (SCJN), aun cuando ostenta una deshonrosa marca de hasta el 90 por ciento de casos de impunidad en la dependencia que encabeza desde hace ocho años aun cuando la dependencia federal era la Procuraduría General de la República (PGR).
La aspirante a ministra del máximo tribunal del país, inició su campaña electoral el pasado 30 de marzo en un evento con gente cercana y conocidos.
La fiscal de Derechos Humanos de la FGR carga con un rezago considerable al no contar con resultados oportunos si se trata de resolver delitos graves como la desaparición forzada de personas, tortura, delitos contra migrantes, contra la libertad de expresión, en los que se incluyen crímenes como el asesinato yo la desaparición de comunicadores.
Los números que reflejan su labor son deficientes, pues de las dos mil 12 indagatorias que inició por el delito de desaparición ya sea forzada o cometida por particulares, solo el 1.84 % de los casos fueron presentados ante un juez, y según reportó solo fueron 36 las carpetas de investigación judicializadas.
En lo que se refiere a los ilícitos contra extranjeros en nuestro país, de 2018 al 2024 inició 10 mil 409 indagatorias a cargo de la Unidad de Investigación de Delitos para Personas Migrantes, según una solicitud de información, siendo cero registros los que contaba la Fiscalía, como respuesta a la petición.
Pese a esos números, la aspirante a ministra señaló que son alrededor de 50 las sentencias contra responsables de delitos contra personas migrantes.
Asegura que busca la oportunidad de servir a México y a las víctimas desde la SCJN, puesto que su visión de justicia consiste en que se deben atender no solo los conflictos, sino también las causas que los generan.
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