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Por Juan R. Hernández
La Ciudad de México se prepara para dos acontecimientos sin precedentes: la llegada del Mundial 2026 y un proceso electoral inédito en su historia judicial. Ambos comparten una característica común: la necesidad urgente de regulación.
En el caso del Mundial, el Congreso capitalino ha puesto la mira en el caos que puede generar la oferta de hospedaje informal. El diputado morenista Fernando Zárate anunció reformas a la Ley de Turismo y al Código Civil para habilitar una plataforma digital que regule la renta de estancias cortas. El objetivo: evitar abusos, exigir medidas de protección civil, y definir tarifas mínimas y máximas.
Una medida necesaria si consideramos que, hasta ahora, las plataformas como Airbnb han operado con escasa supervisión, convirtiendo a miles de anfitriones en pequeños hoteleros sin reglas claras.
Pero no solo el turismo vive un momento clave. Hoy inician las campañas para el proceso electoral extraordinario del Poder Judicial capitalino. Por primera vez, la ciudadanía podrá elegir a jueces y magistrados. Son 612 aspirantes para 137 cargos que tendrán 45 días para convencer al electorado con su trayectoria y propuestas.
El Instituto Electoral de la Ciudad de México vigilará el cumplimiento de reglas, entre ellas, que toda propaganda se imprima en papel reciclable y con materiales no tóxicos. Una señal de civilidad en medio de un proceso complejo.
La ciudad enfrenta retos mayúsculos: garantizar justicia y ordenar el turismo. En ambos casos, el Estado no puede seguir siendo espectador. Porque tanto en la cancha como en los tribunales, las reglas importan.
En pleno Sábado de Gloria, vale la pena reflexionar: tirar agua por tradición ya no tiene sentido. Con sequías cada vez más graves y millones sin acceso al vital líquido, desperdiciarlo es un acto irresponsable. Celebremos con conciencia, no con derroche. Cuidar el agua también es una forma de fe y respeto por la vida.
