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Por Eduardo López Betancourt
elb@unam.mx
Coyotaje laboral
Sin duda alguna, la justicia en México es un aspecto al que bien podemos considerar inalcanzable. La corrupción invade todos los ámbitos judiciales y aunque se asegura que se dará un cambio, este parece imposible por la manera en que se está efectuando la Reforma Judicial, la cual deja muchas dudas de que pueda tener éxito. Nótese, se van unos pícaros, pero llegarán otros que pueden ser peores, porque a ese renglón, se le debe agregar la ignorancia.
Un aspecto que ha sido preocupante en el área laboral, es el lugar a donde acuden los trabajadores para demandar a los patrones que han incumplido sus relaciones laborales. Sin embargo, en la gran mayoría de asuntos encontramos las pillerías y así, quienes nunca han sido despedidos, inclusive que no han trabajado en una empresa, son respaldados por un grupo de abogados tinterillos, sinvergüenzas, ladinos del derecho y demandan a un patrón, auténticamente para extorsionarlo.
Esa es la función que se realiza en el 90% de los casos, en las llamadas Juntas Laborales, tanto federales, como locales. El procedimiento es fácil, los coyotes del derecho, muchos sin título de abogado, tienen un grupo de falsos trabajadores bien dispuestos a señalar a quien nunca ha sido su patrón, para imputarle hechos que van de la mano, precisamente con exigencias de salarios caídos y un sinnúmero de prestaciones.
Lo peor es que esas juntas, que cuentan con un presidente, actúan en combinación y complicidad con los picapleitos y de esta manera se dedican a la vulgar función, insistimos, de extorsionar patrones, algo que no se ha podido evitar y que ha caído en actos delictivos al por mayor, sobre todo cuando se trata de empresas pequeñas, porque contra las grandes, ni de broma; por ejemplo, si a uno de estos tinterillos se le pide demandar una de las compañías de Carlos Slim, de ninguna manera lo hace. Todo va en contra de empresas modestas que no pueden defenderse en el mundo de las influencias.
