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Por Juan R. Hernández
Se ha llegado al colmo. El caso de Fátima, una menor de 13 años presuntamente arrojada desde lo alto de su escuela por su gusto por el K-pop, ha estremecido a la sociedad y ha puesto en evidencia la urgente necesidad de fortalecer las redes de apoyo para niñas, niños y adolescentes.
La violencia escolar ha alcanzado niveles alarmantes, y las cifras así lo demuestran. En 2024, los reportes de bullying aumentaron un 205% en comparación con 2019, según el Consejo Ciudadano para la Seguridad y Justicia de la Ciudad de México.
Los datos son contundentes: el 45% de los casos de violencia escolar ocurren en secundaria, el 27% en primaria, el 17% en nivel medio superior, el 6% en preescolar y el 4% en nivel superior.
Además, el 49% de las víctimas tienen entre 12 y 15 años, y el 55% de las afectadas son niñas y adolescentes mujeres. Las formas de agresión más comunes incluyen violencia física (29%), verbal (26%), psicológica (14%), sexual (12%) y exclusión social (6%).
La violencia cibernética también es una creciente preocupación, pues afecta al 11% de la población infantil y adolescente. Ciudad de México concentra el 74% de los casos reportados, principalmente en alcaldías como Iztapalapa, Gustavo A. Madero, Álvaro Obregón, Azcapotzalco y Cuauhtémoc.
Sin duda, hay mucho que trabajar como sociedad, empezando desde la familia y los valores. Mientras tanto, en la arena política, se cierran etapas y se abren nuevas oportunidades.
La llegada de Donaji Olivera Reyes a la dirección de Comunicación Social del Congreso de la Ciudad de México es un movimiento que generará expectativas.
Con una amplia trayectoria en el área de comunicación y un profundo conocimiento del trabajo legislativo, su gestión de Donaji Olivera podría representar un equilibrio fundamental para el ejercicio periodístico en Donceles. Habremos de estar atentos a su desempeño.
