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Por Miguel García
Esta semana la gobernadora del Estado de México, Delfina Gómez, rendirá su primer informe de actividades.
Luego de años de desprecio del Poder Ejecutivo hacia los Legisladores, este martes la mandataria acudirá a la Cámara de Diputados para abrir el diálogo con esta instancia.
Pareciera ser un acto menor, pero en política todo cuenta y todo significa.
Al menos en los dos últimos gobiernos de los priístas Eruviel Ávila Villegas y Alfredo del Mazo, ambos gobernantes habían evadido esta responsabilidad y cumplían simplemente con la entrega del documento, después con actos protocolarios daban por terminada esta obligación.
Es decir, minimizaban el equilibrio de poderes, la responsabilidad ante el legislativo y su obligación de informar a la ciudadanía.
Con ello esta acción representa un momento de apertura al diálogo con el Legislativo para el propio el avance del proyecto de gobierno que encabeza la gobernadora; podrán argumentar que la mayoría legislativa de Morena y sus aliados respalda esta asistencia; sin embargo, no asiste a ser celebrada se trata de dar cuentas, y dar la cara, ante la propia representación de los votantes que tienen los legisladores.
De forma paralela, Delfina Gómez destaca porque anuncia que asistirá a realizar cuatro informes de gobierno a las distintas regiones del estado norte, orienten sur y el valle de Toluca pareciera también otro acto menor, pero es clave en cualquier acción de gobierno rendir cuentas sobre lo hecho y lo pendiente a concretar.
