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Ana E. Rosete
La Ciudad de México debe ser administrada por alguien que entienda que el servicio público es para servir y no para servirse de él.
Santiago Taboada recientemente censuró a la Cuarta Transformación y actores políticos de Morena. Deben dejar de usar “Cártel Inmobiliario” y el mote de “Santiago Taboada”, pero vamos, podrá callarlos a ellos, pero no a todos los que hemos seguido de cerca el tema.
Mientras Clara Brugada puede presumir de logros en Iztapalapa, su contrincante opositor sólo puede hacer alarde de Blindar BJ, programa estrella del panista que, según él, lo hace merecedor del puesto de jefe de Gobierno.
Lo que pasa es que a Taboada se le olvidó que Blindar sólo es un proyecto que formó parte de su gobierno y que, siendo figura pública, lo personal deja de serlo y dentro de ello están sus fechorías.
¿A qué le tiene miedo Santiago Taboada?, yo creo que no soporta que su imagen de puritano redentor se vaya para abajo, pero es imposible pensar en Benito Juárez y no ligarlo con la corrupción.
Y es que el escándalo de Christian Von Roehrich marcó la pauta para que se abriera la caja de pandora de los archivos secretos de los panistas corruptos de la BJ.
A mí me gusta hacer memoria y en mi cabeza está la fotografía de Von Roehrich vestido como indigente en la garita intentando cruzar a Estados Unidos en su calidad de prófugo, la última vez que me senté con él, traía un traje Hugo Boss con unos zapatos Ferragamo Salvatore y unas mancuernillas de las que, aseguró, habían costado lo mismo que su casa.
¡Cómo cambian las cosas!
Meses antes de su detención por enriquecimiento ilícito formaba parte del grupo selecto de amigos panistas, entre los que están Mauricio Tabe, Jorge Romero, Federico Döring y Santiago Torreblanca.
Con esos amigos, ¿para qué quieres enemigos Taboada?
