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En el reciente debate por la ciudad de México se habló del tema, y hubo desde propuestas absurdas como “volver a abrir los canales” (¿sabrá Chertorivski por qué los cerraron?), hasta corporativistas como la de Taboada, al mencionar que ya estaba gestionando recursos con entidades extranjeras para el apoyo a la modernización del agua. ¿Pretende entregar nuestros recursos como en Querétaro y Puebla?
La privatización del agua está invadiendo a nuestro país, que Taboada lo diga sin ningún empacho y lo muestre como una “gran idea” resulta hasta cínico; Clara Brugada habló del “C5 del Agua”, para solucionar de inmediato las fugas previo reporte. Si bien el porcentaje de pérdida por fuga es importante: 35%, no el 38 como dijo Taboada, el asunto fundamental al que ninguno le ha entrado, NINGUNO, es el del “otro cártel”, el corporativo, el empresarial, el de las grandes transnacionales que embotellan nuestra agua, y nos la venden a precio de oro, el de un refresco que usa 1.76 litros de agua potable para producir un litro; para 1 litro de cerveza usa de 3 a 5 litros de agua potable.
Concesiones para televisoras, campos de golf, concesiones para productos desechables, y más a los que tanto CONAGUA como los candidatos deberían poner el ojo. ¿Es más importante la ganancia que la vida de los mexicanos? Lo he señalado antes, CONAGUA no tiene revisores suficientes para auditar los medidores, tampoco se han hecho los ajustes que deberían, ya que muchos no pagan, y los que lo hacen es con la cuota mínima. Las concesiones otorgadas por Fox han dañado al medio ambiente, y favorecido a las empresas en detrimento de los pobladores CONTINÚAN VIGENTES. ¿Algún candidato tendrá el valor de entrarle al problemón o esperarán a que el país se seque merced a los depredadores del “cártel dorado”, el cártel del agua?
El llamado es a la doctora Claudia Sheinbaum y Clara Brugada, pero también a las y los candidatos de los estados. Hay que frenar ya las concesiones, acotar y regular a la industria que recibe como regalo el patrimonio de los mexicanos y encima, como hoy sucede en Puebla y Querétaro, chantajean a la población con cerrarles el suministro y/o, subir indiscriminadamente las tarifas.
Por Ana María Vázquez
Escritora
