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Juan R. Hernández
Andar por las calles de la Ciudad de México es toparnos con lo más hermoso que hay: su gente. Una muestra de ello es que, al salir de la conferencia mañanera del presidente Andrés Manuel López Obrador, rumbo a otros eventos, me topé con un célebre personaje que, además de taquero, ahora también le hace a las redes sociales. Me refiero a “Puro Veneno”.
Hablar del “Puro Veneno” es referirnos a uno de los taqueros emblemáticos del Centro Histórico -con sus salsas y tacos de canasta de adobo, frijol, chicharrón y papa-, que se hizo famoso gracias a un spot de la entonces jefa de Gobierno capitalino, Claudia Sheinbaum. No faltó el mal pensado que aseguró que estaban posando y que a la mandataria ni le gustaban.
Para quienes vamos a diario a Palacio Nacional y andamos a pie-tierra, además de los taquitos del “Puro Veneno” hay otros antojitos para los trabajadores de las oficinas del primer cuadro de la capital del país. En esos tiempos, me tocó preguntarle a la Jefa Claudia de sus tacos predilectos (hasta hubo columnas que citaron ese hecho). Sin tanta parafernalia y con sencillez humana, Sheinbaum respondió que los de adobo y frijoles.
Hablando de otro veneno, por más que se diga que hay un “empate técnico” entre Clara Brugada y Santiago Taboada, candidatos al Gobierno capitalino (sinceramente no sé de dónde sacan tanta ocurrencia, por no decir otra cosa más mexicana), la realidad de las cifras es que la morenista le lleva 15 puntos de ventaja al panista en las encuestas, lo cual se ve muy difícil de revertir. Esto pese a la mucha guerra sucia y propaganda negra que se difunda en redes sociales.
El veneno de la mentira es muy recurrente en tiempos electorales. Sin embargo, es curioso que hay quienes (del equipo de enfrente) creen las mentiras o versiones sesgadas de un panorama que nada tiene que ver con la realidad: una ciudad “con miedo”. El miedo lo deberían tener otros, por carecer de propuestas concretas y basar sus campañas proselitistas en ocurrencias.
