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Por Ricardo Sevilla
Dejemos a un lado los cuentos y los eufemismos: Santiago Taboada perdió el primer debate hacia la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de México.
La exjefa delegacional de Iztapalapa fue Clara y contundente.
Con argumentos, con tranquilidad, con calma, Clara Brugada le propinó una primera (y dolorosísima) derrota a Santiago Taboada, el candidato de la oposición que lució nervioso y desatinado.
Desde luego, hubo voces distraídas que dijeron que el gran vencedor del debate del domingo había sido el sobrino de José Woldenberg: Salomón Chertorivski Woldenberg.
Pero se engañan. Salomón, representante de Movimiento Ciudadano, no dio el ancho. En todo momento se le vio desbrujulado y ofreciendo cifras y números alegres que no empataban con la realidad.
Aunque intenten inflarlo, lo cierto es que Chertorivski tuvo una participación mediocre. Y eso lució más patente cuando insistió que ni Clara ni Taboada le hacían caso. Ese tipo de reproches y melodramas de pacotilla le restan importancia ante el electorado que, lejos de pensarlo como una opción sería para las urnas, lo vio como un plañidero.
Taboada no mostró, en ningún momento, los buenos reflejos que presumen sus aplaudidores. Si hablamos en términos boxísticos, todos los rectos y los ganchos que envió Clara cimbraron a Santiago.
Pero ya ve usted que la oposición tiene un don especial para tergiversar la realidad.
Cuando Brugada le dijo a Taboada, con todas sus letras, que a ellos (los prianistas) se les había caído el negocio del Cártel Inmobiliario, no se equivocó.
Y es que esa, aunque les duela en la derecha, es la dura realidad. Y no lo digo yo, sino las propias familias que fueron afectadas por el Cartel inmobiliario.
Cuando Clara le preguntó a Taboada si no se le caía le daba vergüenza ser el candidato del PRI, de Alito y de Cuauhtémoc Gutiérrez, el panista se vio desmejorado.
Y ahí están las imágenes: un Taboada que nunca pudo encontrar el camino entre los (muchos) documentos que le endilgaron sus asesores.
Lo cierto es que el candidato de la alianza opositora está en la lona. Y no podrá levantar el vuelo, porque a esta hora todo mundo sabe que él es uno de los líderes del Cártel Inmobiliario.
