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Más allá de dislates y risas bobaliconas, la actual candidata opositora, parece de “Fuerza y Corazón por los Industriales y Extranjeros; en cada sesión hace un guiño a los extranjeros, como asegurando “hay que devolverle a los poderosos lo que ya se habían robado”, desde retomar el AIFA, aunque se haya demostrado que era inviable, un barril sin fondo para saqueos y de paso acabar de tajo con la poca agua de la región; regresar a la privatización porque “ellos saben administrar” Prometió construir una enorme cárcel para que les “dé miedo delinquir”, ojalá fuera para encarcelar a todos los delincuentes que la apoyan y están esperanzados, no en que gane, sino en que sus partidos no pierdan el registro para poder gozar del fuero al que desde ahora se apuntaron, pero aquello de “ni huevones, ni pendejos ni ladrones” solo era una de sus gracejadas; ahora, en su discurso a los norteños, prometió cerrar refinerías, porque el “aire cochino enferma a la población, el petróleo ya no se va a usar y vienen los autos eléctricos”, desconoce que para elaborar un auto eléctrico, se necesita del petróleo y sus derivados, de su combustión espontánea que aún no han solucionado, que no se cuenta con procesos seguros para reciclar este tipo de autos y los que existen, son más contaminantes que la peor de las industrias, desconoce que el “futuro” del auto eléctrico es por ahora una moda más del mercado, o cierra los ojos deliberadamente para volver al entreguismo norteamericano.
Tampoco habla del “cómo”, por ejemplo, en las refinerías, dijo “que no se preocupen los empleados porque en 6 meses estarán reinstalados”. ¿Dónde, cómo? …la motosierra light de la candidata Milei 2.0 privilegia, como el argentino, las políticas neoliberales que tanto dañaron al país, no apuesta por modernizar las refinerías ¿para qué?, “ya tenemos muchas”, dice, haciendo eco a la preocupación que manifestó Ken Salazar sobre la cada vez menor dependencia mexicana con respecto al petróleo, así que es preciso convencer con lo que sea, medias verdades, mentiras descaradas, cambios de nombre a empresas (de PEMEX a EMEX) y todo, para entregar la riqueza recuperada a los depredadores.
Ana María Vázquez
Escritora
@Anamariavazquez
